Así se pronunció el jefe de la diplomacia española, en declaraciones a los periodistas antes del acto de acatamiento de la Constitución como eurodiputado electo en el Congreso de los Diputados, un trámite que se comprometió a hacer “sin florituras”, “directamente” y sin recurrir a “afirmaciones colaterales”.

El jefe de la diplomacia española comentó que “está en manos del PP y de Cs” que en la investidura de Sánchez no tengan un papel relevante los independentistas, ya que “aquí no hay más gobierno posible” que uno conformado por el PSOE.

“Este es el resultado claro, clarísimo, salvo que se repitan elecciones, que no creo que nadie quiera hacerlo. No hay más gobierno posible que uno del PSOE presidido por su secretario general y presidente en funciones. Esto es como la Ley de la Gravedad”, comentó.

Ante esta situación, dijo que si al PP y a Cs les “molesta” que los independentistas formen parte del proceso que permita la investidura de Sánchez “lo tienen muy fácil: que se abstengan y faciliten la formación de un gobierno”.

La negativa de estos partidos a abstenerse en la investidura de Sánchez le permitió evidenciar que es “contradictorio” que estas formaciones ansíen “evitar algo que está en sus manos evitar que ocurra”.

Por otro lado, evitó pronunciarse sobre el papel que le gustaría jugar en la UE tras el triunfo de su candidatura en las elecciones al Parlamento Europeo, aunque dejó claro que al PSOE, por votos y diputados, le corresponde una “clarísima función de liderazgo” en la Eurocámara, como lo pone de manifiesto la reciente elección de Iratxe García como líder del grupo socialdemócrata en esta institución, y en el diseño de la política europea.

Abundó en que, a pesar de que “todo el mundo quiera saber qué gorro y qué plumas quiere llevar cada cual”, el cargo que pueda asumir “es lo de menos”.

Por último, consideró su periplo al frente de Exteriores como “una experiencia extraordinaria desde lo intelectual, lo personal y lo humano”.