Ampliación

Día del Refugiado

Uno de cada dos desplazados forzosos en el mundo es un niño

- Entreculturas reivindica su derecho a la educación

MADRID
SERVIMEDIA

La mitad de los desplazados forzosos del mundo es menor de edad, según recordó este jueves el coordinador de Cooperación de Entreculturas, Pablo Funes.

De los 70,8 millones de personas que en 2018 se vieron obligadas a dejar su hogar por la guerra, la violencia o las persecuciones, 35,4 millones tenían menos de 18 años. Por ello, Funes reivindicó el derecho de estos niños a la educación y a asistir a la escuela, motivo por el que la ONG lanzó hoy su proyecto Escuela Refugio.

Por su parte, la coordinadora de Educación de Entreculturas, Irene Ortega, apuntó que uno de cada cuatro niños que viven en países en conflicto no van a la escuela. Desde el año 2000, la población refugiada en edad escolar ha aumentado un 27%, agregó, pero solo el 2% de la Ayuda Oficial al Desarrollo se destina a educación.

Esto coincide con un aumento de los ataques a escuelas en países como Siria, República Democrática del Congo, Yemen, Nigeria, etc. Entre 2013 y 2017 se registraron más de 14.000 ataques contra centros educativos en 74 paseís, en 34 de forma crónica.

Por todos estos motivos, Entreculturas lanzó hoy la campaña Escuelas Refugio, para denunciar los ataques contra colegios en zonas de conflicto y reivindicar el derecho de los niños refugiados a la educación.

En ella pide al Gobierno español que en su política exterior y de desarrollo trabaje para que los colegios sean espacios seguros y se promueva el derecho a la educación de los niños refugiados.

ESCUELAS COMO ALMACÉN DE ARMAS

En el acto intervino por videoconferencia Sanganyi Namangala Tami, una de los 76.000 refugiados de la República Democrática del Congo que ahora vive en el campo de Kinama, en Burundi.

Junto al asesinato de la mitad de su familia y el tiempo que fue esclava de un grupo rebelde, uno de los recuerdos de la guerra que más marcó a Namangala se refiere a cómo los combatientes ponen a los colegios en su punto de mira.

"Destruyen las escuelas, utilizan la madera para hacer leña y calentarse. Duermen en ellas y las emplean como almacén de bombas", recalcó.

A veces asesinan a los niños o los reclutan como soldados, indicó Namangala, que es vicepresidenta del Comité de Refugiados del campo y, además de dar clase a los niños, dirige una pequeña peluquería donde forma a varias mujeres.

En la presentación también participó el director de Proyectos de Educación y Medios de Vida del Servicio Jesuita al Refugiado en Burundi, François Xavier Nsababandi, que advirtió sobre el riesgo del reclutamiento de niños cuando los combatientes atacan las escuelas.

Asimismo, resaltó la importancia de la educación "para el futuro de estos niños" y reivindicó la importancia de las escuelas como espacios de paz y convivencia.

Finalmente, Namangala entregó los dibujos y recortables realizados por sus alumnos de Kinama, que representan la idea del colegio como refugio, a varios estudiantes del colegio madrileño Nuestra Señora de la Paloma, presentes en el acto. Estos también habían preparado dibujos sobre cómo entienden ellos la escuela y la ayuda a los niños refugiados y expusieron sus principales peticiones al Gobierno en este sentido.

(SERVIMEDIA)
20 Jun 2019
AGQ/gja