Medio ambiente

Dejar un bebedero en la terraza o el jardín ayuda a hidratar a las aves ante los calores estivales

- Según SEO/BirdLife

MADRID
SERVIMEDIA

El verano llega este viernes a las 17.54 (hora peninsular) y se prevé que sea más caluroso de lo normal en la península y Baleares, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), por lo que SEO/BirdLife recomendó a los ciudadanos que hagan el pequeño gesto de dejar un recipiente adecuado con agua accesible para las aves de barrio con el fin de ayudarlas a hidratarse ante los calores estivales.

Esta organización indicó que las aves padecen el calor extremo como otros seres vivos, incluidas las personas, e intentan combatirlo y consideró que es probable que estos días descienda la presencia de aves durante las horas centrales del día, pues prefieren descansar en la sombra para concentrar su actividad física en los momentos más frescos.

SEO/BirdLife destacó que el otro gran aliado para paliar los efectos del calor es el agua, tanto para beber y rehidratar el organismo como para darse un baño refrescante, una actividad que encanta a la mayoría de aves en este tiempo.

Las crías que aún permanecen en los nidos son mucho más vulnerables al efecto del calor que los adultos. Si el nido está expuesto al sol, la madre intentará proteger a sus retoños creando una sombrilla con su propio cuerpo y alas, a cuya sombra puedan resguardarse los pequeños pollitos, y soportará estoicamente en esta posición antes de exponer a un riesgo potencialmente mortal a su descendencia.

Sin embargo, esas aves que han anidado en huecos en el interior de nuestros edificios tienen que confiar en el propio aislamiento de la oquedad que, en algunos casos, es una trampa mortal, pues puede actuar como un auténtico horno en el que el calor se va concentrando. Es en estos casos cuando las crías pueden decidir, antes de morir por efecto de la temperatura, saltar al vacío mucho antes de estar preparadas para ello.

PLATOS DE MACETA

Por ello, SEO/BirdLife aconsejó facilitar agua a las aves desde terrazas o jardines, lo cual no requiere de ninguna invesrión porque sirve cualquier objeto con capacidad de retener agua, en el que las aves se puedan posar sin riesgo de ahogarse y que no tenga peligro de caer desde el balcón a la calle.

Uno de los mejores y más sencillos bebederos son los platos de barro que se ponen debajo de las macetas, preferentemente si no están esmaltados para evitar que las aves resbalen en ellos. En un plato de maceta pequeño las aves pueden beber, mientras que en uno mayor podrán bañarse.

En caso contrario, cualquier recipiente plástico de poca profundidad (no conviene que el agua exceda los dos o tres centímetros de profundidad para seguridad de las aves más pequeñas) y cierta anchura puede servir para este propósito. Si no hay opción y lo único que hay disponible es un plato de loza, hay que colocar en su interior piedras que formen 'islas' en las que las aves puedan posarse sin resbalar y que faciliten también la salida del agua tras el baño.

(SERVIMEDIA)
21 Jun 2019
MGR/caa