Lo dijo en declaraciones en los Cursos de Verano de la Universidad Complutense en El Escorial, donde llamó a “poner calma, cordura y sensatez a un proceso crucial para la democracia como es la investidura”. A su juicio, “ser capaz de articular un Gobierno de coalición”, dado que no tiene mayoría absoluta, “debería ser el primer objetivo” del PSOE, en lugar de “articular estrategias políticas para marcar relatos”. “No se puede estar diciendo cuestiones que no son ciertas”, continuó, en referencia a la supuesta petición de una Vicepresidencia para el líder de Podemos, Pablo Iglesias, “y encima pedir la abstención del PP y Ciudadanos”.

Sobre este último aspecto remarcó: “Cuando nosotros queremos negociar un acuerdo de Gobierno de coalición es porque sabemos que Pedro Sánchez tiene una tendencia casi natural a buscar aliados de todo color, y eso implica políticas de derechas y no sólo progresistas”. Según dijo, Podemos quiere llevar a cabo medidas progresistas que mejoren la vida de la gente, y, “si Pedro Sánchez tuviera esa misma intención” y asumiera que es la única salida para tener un Gobierno estable y de izquierdas, “debería sentarse de forma inmediata con nosotros para negociar programas y equipos”.

Además, Elizo contestó expresamente a la acusación que está haciendo el PSOE a Unidas Podemos de haber votado en la Mesa del Congreso en contra de la suspensión de los diputados independentistas presos después de haber apalabrado lo contrario con los socialistas. La vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, está señalando este ejemplo como muestra de la eventual deslealtad en temas como el conflicto catalán que desaconsejaría la incorporación de miembros de Podemos al Gobierno.

La vicepresidenta de la Mesa puntualizó que aquella discusión sobre si los diputados presos debían ser suspendidos de su condición “sólo fue una discusión jurídica” y “no hubo un acuerdo político”, pues se trataba de la aplicación de un artículo de la Ley de Enjuiciamiento Criminal sobre el que “había muchas dudas” y que no se sometió a votación, porque las resoluciones de los tribunales que afectan al Congreso “no se votan, se cumplen”, si hay condiciones suficientes” para asumirlas, y no se aplican si no se dan tales condiciones. “En ningún caso se vota y se cumple o no una resolución judicial”, subrayó.

Por ello, Elizo, que aseguró que la propia presidenta del Congreso, Meritxell Batet, jurista como ella, asumía esta misma posición en un principio, acusó a Lastra de “faltar a la verdad y querer enfangar una negociación” como la de investidura.