Obesidad infantil

El 95% de los escolares madrileños está expuesto a alimentos poco saludables cerca de sus colegios

MADRID
SERVIMEDIA

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH) concluye que el 95% de los escolares madrileños está expuesto a alimentos poco saludables cerca de sus colegios. La investigación se enmarca en el proyecto europeo ‘Heart Healthy Hoods’ y acaba de ser publicada en la revista ‘Nutrients’.

Esta investigación analiza la presencia de comercios en las proximidades de los centros educativos en los que los escolares pueden adquirir productos alimenticios no saludables, como bollería industrial, bebidas azucaradas o alimentos altamente procesados.

Para este análisis, el primero de estas características realizado en el sur de Europa, los investigadores escogieron la ciudad de Madrid y una muestra de más de 1.300 centros escolares y sus alrededores. Localizaron a todos aquellos comercios ubicados en un radio de 400 metros y el resultado determinó que el 95% de los colegios tienen cerca alguno de estos establecimientos. Concretamente, la media es de 17 locales ubicados a unos 90 metros de distancia del centro escolar.

Esta presencia se incrementa en los barrios de menor nivel socioeconómico de la capital. En ellos, los centros escolares tienen hasta un 62% más de tiendas alrededor que en barrios medios. Sin embargo, en los barrios altos se localiza un 39% menos de comercios que en los barrios medios, lo que evidenciaría el ya demostrado gradiente social en la obesidad infantil, destaca la UAH.

La autora principal del estudio, la investigadora de la UAH, Julia Díez, destacó que "la facilidad que tiene la población infantil y adolescente para adquirir productos no saludables, sea comida rápida o los alimentos altamente procesados que se venden, por ejemplo, en los supermercados, es un factor clave de su entorno alimentario. En España, un 27%% de los niños y un 19% de los adolescentes presentaba exceso de peso en 2017. En la Comunidad de Madrid, uno de cada cuatro. En la ciudad de Madrid, hay una diferencia de más de un 10% según la clase social. La buena noticia es que la obesidad infantil es, en gran medida, prevenible".

Díez subrayó el ejemplo de la ciudad de Londres, donde a partir de este año, los locales de comida rápida estarán obligados a cumplir unos estándares mínimos de calidad nutricional y no podrán abrir a menos de 400 metros de un centro escolar. Además, se ha prohibido la publicidad y marketing de comida no saludable en toda la red de transporte público. Este tipo de medidas permiten ‘desnormalizar’ la ubicuidad de la comida no saludable, como ya se ha hecho con el tabaco.

‘No debemos confiar únicamente en la autorregulación voluntaria de la industria, mientras la obesidad infantil sigue aumentando. Y no debemos culpar exclusivamente a las personas de un problema propiciado por nuestro entorno. Conocemos los factores determinantes de la obesidad infantil: una mala alimentación y el sedentarismo. Sin embargo, la mayoría de las estrategias implementadas en nuestro país se enfocan desde una perspectiva que responsabiliza a los individuos por lo que comen, y en muchas ocasiones, estigmatiza a las personas con obesidad’, concluyó Díez.

(SERVIMEDIA)
11 Jul 2019
MAN/gja