Por ello, rechazó “cualquier hipótesis” de repetición electoral y aseguró que mantiene su intención de presentar su candidatura para ser investido presidente autonómico, porque el PSOE, que ganó las elecciones, obtuvo 37 diputados y cuenta con 64 apoyos (PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos).

Denunció la política de bloques y llamó a ser “menos maniqueo” y “buscar la transversalidad”, al tiempo que tendió su mano a Ciudadanos para un “proceso de regeneración y cambio”.

Recordó que la candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso, sólo podrá gobernar “si cuenta con el apoyo de Vox”, y rechazó que el Parlamento regional, en el caso de un Pleno de investidura, sea “la escenificación de algo que se adopta fuera”.

Tras afirmar en tono irónico que “no he llegado al nivel de ser peligroso”, tendió la mano a Cs para negociar con esta formación y “buscar una salida” a la actual situación de bloqueo.