La VIII Bandera del Tercio ‘Don Juan de Austria’, 3º de la Legión, ha sido la encargada de evaluar esta versión adaptada sobre el Vehículo de Alta Movilidad Táctica (Vamtac) S3, en dotación en el Ejército, según consta en la edición digital de ‘Tierra’, publicación editada por el Ejército de Tierra, recogida por Servimedia.

Esta prueba se enmarca en el desarrollo de nuevos materiales que habrán de estar disponibles en las nuevas ocho brigadas que deberán estar conformadas en 2035.

El nuevo sistema está diseñado para evitar el efecto del retroceso del disparo sobre el vehículo y es operativo para unidades desplegadas de alta movilidad. También incluye un sistema neumático de despliegue y repliegue del mortero, que le permite hacer fuego con la pieza en el suelo. De este modo, se puede abandonar el asentamiento tras el disparo en unos 30 segundos, ya que es posible recoger en movimiento, una vez levantada, la placa base del suelo.

A su vez, el nuevo portamorteros puede montarse sobre varias plataformas y cuenta con un sistema puntería automático.

En las pruebas de evaluación se probaron las posibilidades que ofrece el ‘Alakran’, el despliegue y repliegue del sistema y la posibilidad de hacer fuego sobre objetivos previstos e imprevistos.

Al mismo tiempo, se utilizó el portamorteros ‘Cardom’, con munición de 81 milímetros, que sirvió como referente en lo referido a precisión y dispersión.

Los vehículos portamorteros cuentan con cuatro ocupantes: un jefe de pelotón, un conductor y dos sirvientes. Éstos últimos son los encargados de realizar las acciones de fuego, mientras que el jefe es el encargado del sistema de mando y control.

El ‘Alakran’ dispone de protección contra la radiación solar, el polvo y el agua, y de una estación meteorológica instalada. Puede instalarse en vehículos a partir de 1,5 toneladas de peso, sin necesidad de realizar esfuerzos estructurales, pudiendo ser helitransportados debido a su peso reducido.

El sistema electroneumático del nuevo portamorteros es más ligero y necesita de menos mantenimiento que otro que fuera hidráulico. Está listo para la puesta en disparo en 35 segundos y para volver a apuntar, tras disparo, en tan sólo ocho segundos, pudiendo replegarse en otros 35.

Incorpora su propio sistema de gestión de fuegos, que muestra su localización y la de los objetivos asignados, incluyendo un sistema de cálculo balístico para múltiples tipos de munición, siendo posible operar desde la cabina y en el exterior del vehículo.

También permite una carga de 52 granadas de 120 milímetros, pudiendo efectuar 12 disparos en el primer minuto y cuatro en fuego sostenido.