Así lo reflejan los datos publicados este jueves por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que indica que, respecto a agosto de 2018, la confianza del consumidor descendió 16,4 puntos. Tanto el ICC como los propios índices de situación actual y de expectativas pueden tomar valores que oscilan entre 0 y 200. Por encima de 100, indica una percepción positiva de los consumidores y por debajo de 100 una percepción negativa.

El resultado registrado en agosto es fruto de una evolución negativa del índice de situación actual, que bajó 10,1 puntos respecto a julio, hasta los 83,1 puntos, y de la valoración de las expectativas, que registró una caída de 11,9 puntos en comparación con el mes precedente y se situó en 88,9 puntos.

En concreto, la menor valoración de la situación actual se debió a un comportamiento negativo en la valoración de todos sus componentes. Así, la valoración de la evolución general de la economía disminuyó 15,4 puntos, la valoración del mercado de trabajo descendió 12,9 puntos y la percepción de la situación de los hogares bajó en 1,9 puntos.

Por su parte, las expectativas registraron una evolución negativa en sus tres componentes: las expectativas sobre la situación futura de la economía descendieron 14,9 puntos respecto al mes precedente, las relativas al mercado de trabajo ofrecieron un descenso de 17,1 puntos y las expectativas respecto a la evolución de los hogares se situaron en 3,8 puntos, por debajo del mes de julio. De esta forma, la confianza del consumidor de agosto se situó en valores similares a los de noviembre de 2014 (83,6 puntos).

En relación con el mes de agosto del pasado año, la confianza del consumidor cayó 16,4 puntos, ya que en dicho mes registró un índice de 102,4 puntos. En este caso, la valoración de la situación actual descendió 16,2 puntos y las expectativas lo hicieron 16,7 puntos. En términos porcentuales, la confianza del consumidor cayó un 16% con respecto a agosto de 2018 y en comparativa mensual lo hizo un 11,3%.