La reserva hidráulica nacional encadena así 18 semanas a la baja después de que a mediados de mayo llegara al máximo anual del 60,7%, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica, recogidos por Servimedia. Posteriormente, ha ido descendiendo hasta situarse este martes en un 42,4%, a pesar de las precipitaciones abundantes de los últimos días debido a una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que ha batido récords de lluvia en algunas zonas del sureste peninsular.

La serie estadística del departamento dirigido por Teresa Ribera, que comienza en 1990, refleja que el agua embalsada en España durante la última semana estival llegó a su máximo histórico en 2013 (68,8%), seguido de 2014 (63,2%) y 2011 (63,1%). El año más seco en los embalses fue 1995 (26,5%).

La reserva hidráulica nacional llegó al 39,1% en la recta final del verano en 2006 y desde entonces sólo 2017 ha sido más seco que 2019.

Durante la última semana, la reserva hidráulica descendió en 527 hm3, pese a que las preciptaciones afectaron considerablemente a toda la península, con el valor máximo en Murcia, donde se recogieron 214 litros por metro cuadrado.

Los niveles más altos de agua embalsada en la actualidad corresponden al Cantábrico Oriental (74,0%); las cuencas internas del País Vasco (71,4%); el Cantábrico Occidental (70,3%); Galicia Costa (69,3%); el Miño-Sil (65,9%); Tinto, Odiel y Piedras (63,3%); las cuencas internas de Cataluña (59,5%), y la cuenca mediterránea andaluza (53,1%).

Por debajo de la mitad de la capacidad total están el Ebro (49,8%), el Guadalete-Barbate (47,8%), el Duero (44,6%), el Guadiana (39,1%), el Guadalquivir (36,1%), el Tajo (35,5%), el Júcar (30,2%) y el Segura (26,0%).