Así lo trasladan fuentes de la dirección nacional del PP ante el nuevo escenario electoral que ya preveían ante “la incapacidad” del jefe del Ejecutivo en funciones y secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, de lograr los acuerdos necesarios para reeditar su mandato al frente de La Moncloa.

En la víspera de la disolución de las Cortes Generales, el próximo lunes, 23 de septiembre, Casado reúne al Comité Ejecutivo Nacional para armar al partido de cara a la precampaña de 37 días que se avecina y a los sucesivos 8 días de campaña, teniendo en cuenta que “sólo cabe ir a mejor” tras tocar su suelo histórico con 66 diputados el pasado 28 de abril.

En este cónclave, según fuentes populares consultadas, “muy probablemente” se sabrá el nombre del director de campaña y el equipo que le acompañará. El portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto, llevó la batuta en los anteriores comicios generales y ahora también está previsto que forme parte de este comité.

Las citadas fuentes explican que el lema de la campaña podría darse a conocer algo más tarde, pero el encuentro ya servirá para dar el pistoletazo oficial de salida a una estrategia que pasa por “hacer entender que la única opción de que salga bien” la cita con las urnas es la unión del centroderecha bajo la plataforma ‘España Suma’.

Todo ello, reconocen en Génova, en un escenario que está marcado por “el hastío” de la ciudadanía ante “la escenificación montada por Sánchez” y que puede traducirse en una “desmovilización que afectará a todos” aquellos que vuelven a concurrir a estos comicios.

La fragmentación, remarcan, volverá a dar “alas” a Sánchez y en los primeros días de precampaña, hasta quel 29 de septiembre se cierre el plazo para presentar coaliciones, toca insistir una y otra vez a Ciudadanos con ‘España Suma’. “Por nosotros no será. Si Albert Rivera rectifica, puertas abiertas”, destacan.

En cualquier caso, el equipo del líder del PP ha hecho autocrítica con respecto a la anterior campaña y quieren encarar esta de manera “más propositiva” y reforzando “el perfil propio de Casado” de “hombre de Estado” que ha sido “coherente” en los últimos meses de bloqueo político.

Esto pasa por una campaña “limpia” con respecto a Ciudadanos y Vox, desde el convencimiento de que el “verdadero rival” es Sánchez. También sacarán músculo de su capacidad de pactar con estos dos partidos aunque entre ellos ni se hablen.

Así, las fuentes consultadas hablan de una campaña en la no se perciba a Casado “cabreado” y sí haya “más selección” en los actos y un mensaje focalizado en vez de una catarata de ideas.

“Esperamos que la coherencia al final la gente la valore”, dicen sobre su postura con respecto a la investidura de Sánchez. Además, piensan que de darse una situación similar tras el 10-N en el tablero político, “la presión” recaería sobre Cs y Unidas Podemos y no sobre el PP, que ha seguido la misma línea mientras los otros partidos se han abierto a favorecer el Gobierno de Sánchez.