La internacionalización de la actividad criminal permitió a los investigadores, gracias a los mecanismos de cooperación internacional y la colaboración de Europol, la identificación de un fenómeno que estaba afectando desde 2013 a más de una docena de países de la Unión Europea.

La organización se había especializado en robar material médico en hospitales, policlínicas y centros de salud, que posteriormente enviaban a Sudamérica, principalmente a Colombia. Los agentes estiman que, con las sustracciones, habían generado un perjuicio aproximado de 60 millones de euros, además de la interrupción de los tratamientos en aquellos hospitales que habían sido objeto de robo. La organización operaba en células itinerantes, de entre tres y seis miembros, que viajaban por toda Europa.

El pasado mes de febrero los agentes llevaron a cabo la primera fase de explotación de la operación, que finalizó con la desarticulación de la célula que operaba en Europa y con la detención simultánea de cuatro de sus miembros en Dinamarca y dos en España. A estos se sumaron otros dos detenidos el pasado mes de septiembre.

Los integrantes de la organización visitaban los centros médicos para realizar estudios previos sobre las medidas de seguridad existentes, tales como la presencia de vigilantes o cámaras de video vigilancia, así como la localización de los accesos a las salas en las que se guardaba el material objeto de robo.

Los ahora detenidos accedieron al Hospital de Sagunto (Valencia), donde inutilizaron los sistemas de alarma, llegando a arrancar las cámaras de video vigilancia instaladas a fin de evitar su identificación.

Finalmente, se apoderaron de diverso material médico técnico especializado de gran valor. La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas fases de explotación de la operación con el fin de desmantelar por completo las estructuras socioeconómicas de la organización.