En una declaración institucional, Torra señaló que el movimiento independentista siempre "ha condenado la violencia" y aseguró que, en estos momentos "no hay razón para justificar actos vandálicos", después de tres noches de disturbios en varios puntos de Cataluña, principalmente en Barcelona.

Esta fue la respuesta del presidente de la Generalitat tras escuchar al jefe del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez, reclamándole que condenara el uso de la violencia "con máxima claridad y determinación".

"Ningún gobernante puede esconder su fracaso tras cortinas de humo y fuego", señaló el líder socialista. De modo que Torra salió a reclamar "una manifetación pacífica y cívica".

"No podemos permitir que grupos de infiltrados perjudiquen la imagen de los catalanes. No caeremos en la trampa que nos ponen. No podemos aceptar que unos pocos que no nos representan, representen ahora al independentismo", proclamó Torra.

El líder independentista pidió protestar por "una sentencia injusta y aberrante" con marchas cívicas.

"El 1-O derrotamos al Estado, sin destrozar nada", indicó Torra, subrayando que el independentismo "construye y no destroza". Para él las claves ahora son "serenidad, determinación, civismo y no violencia".