Pobreza

Más de 700 personas duermen en las calles de Madrid: “Cuando tenemos un trabajo, no nos llega para el alquiler”

- El 15% de las personas que duermen en la calle son mujeres

MADRID
SERVIMEDIA

Madrid tiene cerca de 3.000 personas sin hogar, de las cuales alrededor de 700 duermen a la intemperie, según reflejan los datos del último recuento realizado por el Ayuntamiento de la capital. Quienes sufren el 0sinhogarismo0 reclaman ampliar el parque público de vivienda, uno de los más limitados de Europa, y prestar especial atención a la vulnerabilidad de las mujeres.

El número de personas que duermen en la calle se cuenta cada dos años y en pleno invierno. El último recuento tuvo lugar el 12 de diciembre de 2018. Esa noche, los termómetros rondaron los cuatro grados y se contabilizaron un total de 650 personas durmiendo en la calle, aunque, como es evidente, los voluntarios que realizan la batida no localizan a todos los que viven sin un techo.

“Los datos que manejamos apuntan a que son entre 700 y 800 personas en la ciudad de Madrid”, explicó Enrique Domínguez, responsable de la última campaña ‘Nadie sin Hogar, Ponle Cara’, lanzada por Cáritas y la Federación de Asociaciones y Centros de Ayuda a Marginados (Faciam), que este año pone el foco en las mujeres. Ellas ocupan en torno al 15% de las personas que viven sin hogar, según las cifras que manejan las organizaciones.

Una de ellas es Ana Lucía, una mujer guatemalteca que tuvo que abandonar su país amenazada por las maras. “Muchos piensan que estamos aquí porque queremos que el Gobierno nos mantenga, y no es así (…) No queremos ninguna tutela, sino salir adelante”, explicó en declaraciones a la prensa durante la presentación de la campaña, que tuvo lugar en la librería San Pablo de la madrileña plaza de Jacinto Benavente.

Desde que llegó a la ciudad, hace ya casi un año y a la espera de que se le conceda el estatus de refugiada, vive en un piso tutelado temporal de Cáritas y se gana la vida cuidando a personas mayores, pero sus ingresos son muy limitados. “Cuando tenemos un trabajo, no es suficiente para una vivienda. Para alquilar una habitación nos piden entre dos y tres meses de arrendamiento, pero gente que gana entre 500 o 600 euros, ¿cómo va a pagar 500 por una habitación?”, denunció.

“EN LA CALLE ME MUERO”

Mina, por su parte, es marroquí y lleva 19 años viviendo en España, los últimos 12 en situación regular. También trabaja cuidando de personas mayores y estuvo un tiempo viviendo en la calle. “Me sentía como un perro abandonado; la gente en la calle se vuelve agresiva”, relató. Ahora vive en un piso de la ONG de manera temporal, y advierte de que “si yo vuelvo a la calle, me muero”.

Según los datos municipales del recuento de diciembre de 2018, el 16,3% de las personas entrevistadas que dormían en la calle tiene un trabajo. Otro 15% cobra la renta mínima de inserción, de unos 400 euros. Sin embargo, la gran mayoría (un 44%) obtiene sus ingresos pidiendo en la calle.

Inma, otra mujer que ha dormido en la calle tras perder la vivienda de sus padres y atravesar una depresión, explicó que “es muy duro”, más aún si se es mujer. “Me asusta pensar qué pasará cuando deje la pensión en la que vivo. En la calle se siente mucho frío e inseguridad… dormir sola y sentir miedo de que alguien te haga daño; no puedes dormir”, relató.

Desde Cáritas y Faciam reclaman que se amplíe el parque de vivienda pública en régimen de alquiler, “uno de los más escasos de Europa”, según denunció el responsable de la campaña ‘Nadie Sin Hogar’, Enrique Domínguez.

Rosalía Portela, presidenta de Faciam, reclamó por su parte que se implante la perspectiva de género en el abordaje del 'sinhogarismo', ya que las mujeres “viven el drama de la invisibilidad” en las calles. “Más de la mitad de las que viven sin techo han sufrido violencia de algún tipo”, alertó, al tiempo que solicitó “pactos” en las distintas administraciones para reforzar el sistema de protección social.

(SERVIMEDIA)
24 Oct 2019
GIC/gja