Cultura

Academias latinas presionan en la cumbre del español para avanzar hacia el “lenguaje inclusivo”

- Aunque todas rechazan cambios gramaticales como el género neutro con la 'e', abren una puerta desde el léxico

SEVILLA
SERVIMEDIA

Centenares de lingüistas procedentes de 23 academias de la lengua española repartidas por todo el mundo se congregan estos días en Sevilla para analizar una lengua que hablan 580 millones de personas. Aunque en lo formal apenas han tocado la cuestión del género, muchos académicos latinoamericanos ya presionan para caminar hacia el lenguaje inclusivo.

Las reivindicaciones feministas en torno al lenguaje han cuajado de forma desigual en las academias de la lengua. La Real Academia Española (RAE) tiene bien definida su postura y alega que el masculino, por ser el género no marcado, abarca el femenino, de manera que desde el punto de vista gramatical “no hay razón para pensar que el masculino excluye a las mujeres”, tal y como recoge su Libro de Estilo.

Sin embargo, cada vez son más las voces que piden que la lengua española haga un esfuerzo por la inclusión. La última fue la del Comité de Ministros del Consejo de Europa que, en una resolución aprobada en marzo, instó a emplear el género neutro para evitar una “hegemonía del modelo masculino”, así como a revisar los libros de texto para luchar contra el lenguaje sexista.

Sin embargo, son los académicos quienes, en última instancia, deciden qué es lo normativo y lo que no. Existe un claro consenso desde el punto de vista gramatical en descartar propuestas como el uso de la 'e' como género que abarque el masculino y el femenino, pero algunos académicos, la mayoría lexicógrafos, piden un esfuerzo “creativo”.

“El lenguaje debe de ser cada vez más abierto. Este debate lo estamos enfocando sólo desde el punto de vista gramatical, pero en el aspecto del léxico podemos hacer algunos avances que no implican cambiar ninguna regla; si el hablante usa una palabra, por disparatada que nos parezca, esa palabra será aceptada tarde o temprano en el diccionario”. Así se expresa el académico venezolano Francisco Javier Pérez, secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale).

Él es el número dos de la institución que aglutina a todas las academias del español y que, junto a la RAE, ha organizado esta cumbre de la lengua cervantina que, cada cuatro años, pone en común los trabajos desarrollados por las academias de los países de habla hispana. “Las lenguas tienen siempre un elemento discriminatorio en sí mismas, pero así como el lenguaje puede ser denigratorio, puede ser inclusivo a nivel léxico”, sostiene en una entrevista con Servimedia.

La Comisión de Gramática, Fonética y Fonología de este congreso ha sido la única en la que los académicos han hablado sobre el género por un punto propuesto por la Academia Venezolana de la Lengua, una de las más combativas junto a las academias de países caribeños. “Es mejor hablar de los problemas que no hablarlos y, sin quererlo, estamos haciendo las cosas a espaldas del tiempo que nos toca”, sugiere Francisco Javier Pérez, que tiene su despacho como secretario general de Asale en la sede de la RAE, una de las academias más conservadoras.

UNIVERSIDADES QUE USAN LA 'E'

Una de las academias que más están sufriendo las reivindicaciones por el lenguaje inclusivo es la correspondiente a Argentina, donde incluso instituciones educativas han abrazado la terminación en 'e' como fórmula de inclusión. De hecho, la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires emplea en sus documentos oficiales este recurso que incumple la norma académica.

En una entrevista con Servimedia, la académica argentina Norma Carricaburo dijo que esta fórmula “no está muy extendida” y que tan sólo “se reduce a determinados colegios o universidades que pretenden parecer progresistas”. Asimismo, explica que el uso de la 'e' se está empleando por un trasfondo “político”. “No se puede modificar la morfología, puedes modificar el género de una palabra, pero no modificar la lengua; es una cosa de locos”, expresa.

Desde la academia de Cuba, el escritor Leonardo Padura, uno de los mayores novelistas en español, asegura que “la gramática hay que respetarla porque es un código establecido y que funciona”, por lo que “hay que tener cuidado con los excesos con los que, a veces, se llega a decir auténticas barbaridades lingüísticas tratando de ser inclusivo”. Sin embargo, tiene claro que es un tema que "hay que discutir” y “llegar a acuerdos”.

Además, apunta que estamos en un momento en que “la mujer está logrando espacios que, durante muchos años, sólo ocupó el género masculino” de modo que “la mitad del mundo tiene derecho a tener visibilidad, también en el carácter lingüístico y lexicográfico”. “Pienso que todo lo que se pueda mejorar en este sentido, incluido la lengua, se debe hacer”, zanja.

El secretario general de Asociación de las Academias de la Lengua, que por su cargo tiene una visión general del trabajo de las distintas academias, apunta que aquellas que cuentan con un mayor número de lexicógrafos entre sus miembros sí se muestran más “flexibles” a buscar fórmulas “creativas” para buscar la inclusión. Aun así, reconoce que en este Congreso los académicos han evitado el asunto: “No hay un empeño en tratar el tema porque es difícil y escabroso”.

(SERVIMEDIA)
06 Nov 2019
GIC/mjg