Lo hizo en declaraciones en la puerta del Congreso antes de presentar sus credenciales junto al resto de sus compañeros. Borrás subrayó que Junts ha sumado un escaño respecto al 28 de abril, pese a la menor participación y a la mayor competencia de partidos independentistas, y garantizó que vienen “a hacer política”.

Así, reivindicó que “es necesario algo tan simple como sentarse en el contexto de represión” que a su juicio se vive en España, con ejemplos como la posible inhabilitación judicial del presidente “legítimamente elegido” de la Generalitat, Quim Torra, por haber exhibido lazos amarillos en edificios oficiales durante la campaña electoral.

Preguntada si, como ERC, Junts considera un buen punto de partida la Declaración de Pedralbes que firmaron hace un año los gobiernos español y catalán, ella prefirió reivindicar los “consensos cívicos, pacíficos y democráticos” de la de la Llotja de Mar, firmada el 25 de octubre, ya después de la sentencia del Supremo, por Junts per Catalunya, PDECat, ERC, Crida, CUP, Demòcrates, EH Bildu, BNG, Esquerra Valenciana, Més per Mallorca y Més per Menorca (PNV y Compromís declinaron participar); unos consensos que, a su juicio, “permitirían una solución a la situación de tensión”.

Borrás señaló que el punto del relator que contenía la Declaración de Pedralbes y “parece que asustó” a Pedro Sánchez, “continúa siendo absolutamente necesario vista la incapacidad del PSOE de establecer un dialogo”. Pero, por lo demás, piensa que ese documento “ha quedado totalmente desfasado” por la sentencia, que “marca un antes y un después”, de forma que hay que “ver la situación en el contexto de ahora, después de la sentencia”.

En cualquier caso, la portavoz de Junts insistió en que “para poder negociar lo primero es sentarse a hablar”, y por eso están a la espera de la llamada del PSOE, “absolutamente dispuestos a participar en todas las reuniones a las que nos convoquen”. De hecho, toda está semana Junts se está viendo con otros actores: ayer la CUP, esta tarde el BNG y mañana ERC.

“Pedimos que se sienten a hablar, que descuelguen el teléfono al presidente de la Generalitat y podamos establecer vías de dialogo y respeto a los derechos humanos más fundamentales”. Lo más lejos a lo que llegó sobre su posición de cara a la investidura fue a prometer: “Vamos a votar siempre de acuerdo con nuestro compromiso”. Y luego: “Por supuesto que vamos a pelear por una posición común (con ERC y la CUP). Más que decidir cuál es el voto, vamos a trabajar por que el independentismo pueda ejercer la influencia que es necesaria para solucionar el conflicto”.