Día Sida

Médicos Sin Fronteras denuncia que aún hay países sin equipamiento para detectar y tratar el VIH

MADRID
SERVIMEDIA

Cientos de miles de personas continúan muriendo de VIH avanzado debido a que todavía hay países sin equipamiento suficiente para detectar y tratar a las personas que padecen esta enfermedad en etapas avanzadas, según señala el informe 'No hay tiempo que perder', publicado este domingo por Médicos Sin Fronteras (MSF), al conmemorarse el Día Mundial de la Lucha contra el Sida.

Los retrasos a la hora de responder con celeridad tanto a los fracasos como a las interrupciones de los tratamientos están poniendo en peligro el reciente progreso en la reducción de las muertes por VIH, añade el informe, que analiza a una quincena de países de África y Asia, y señala en qué punto están en cuanto a políticas, implementación y financiación para abordar el VIH avanzado, que se cobró 770.000 vidas en todo el mundo en 2018.

Por ello, MSF hace un llamamiento a los países afectados y los países donantes para que implementen urgentemente las estrategias recomendadas para prevenir, detectar y tratar el VIH avanzado y el sida.

Lo más importante, segun las pautas de la OMS son la implementación de pruebas rápidas y fáciles de usar para evaluar el estado del sistema inmunitario (el recuento de linfocitos CD4) y diagnosticar las infecciones oportunistas más comunes y mortales, como la tuberculosis (prueba de orina TB-LAM) y la meningitis criptocócica (prueba de CrAg). Estas pruebas pueden ofrecer resultados en cuestión de horas y, en combinación con la proximidad a los pacientes, el tiempo ganado puede llegar a marcar la diferencia entre la vida y la muerte para muchos de ellos.

Solo un tercio de los países analizados recomienda usar la prueba rápida para la meningitis criptocócica (que representa entre el 15 y el 20% de todas las muertes relacionadas con el VIH avanzado) para pacientes con sistemas inmunes muy débiles (Kenia, Mozambique, Sudáfrica, Sudán del Sur, Uganda y Zimbabue), pero la mayoría de estos países aún no ha implementado esa recomendación sobre el terreno.

"No hay forma de que el mundo alcance el objetivo de menos de 500.000 muertes por VIH en 2020 sin una acción decisiva para asegurar la continuidad de la atención al paciente y lidiar con las interrupciones del tratamiento y la mortalidad que estas provocan", resumió Gilles Van Cutsem, asesor de VIH de MSF.

“En el pasado, los pacientes muy enfermos que veíamos eran aquellos que no sabían que tenían VIH. Hoy estamos viendo a cada vez más y más personas que han sido tratadas anteriormente, pero que han dejado de tomar su medicación y han enfermado gravemente, y también a personas cuyo tratamiento ha dejado de ser efectivo", agregó.

Más de dos tercios de las personas con VIH avanzado que ingresan en el hospital apoyado por MSF en Nsanje (Malaui) llegan ya muy enfermas a pesar de haber recibido tratamiento antirretroviral con anterioridad. En el hospital de MSF en Kinshasa (República Democrática del Congo), esta cifra es del 71%. De estos, más de una persona de cada cuatro muere debido a que la enfermedad está ya demasiado avanzada cuando llega al hospital.

“Todos debemos aceptar que el trabajo no termina una vez que las personas están en tratamiento y se encuentran bien. Tenemos que estar allí para ellas durante todo el viaje de tratamiento, lo que significa durante toda su vida", subrayó Florence Anam, coordinadora de Incidencia Política sobre el VIH y la tuberculosis de MSF y autora principal del informe. “No terminaremos con los estragos del VIH cavando más tumbas, sino haciendo todo lo posible para mantener a las personas sanas, sin importar dónde vivan y cuáles sean sus circunstancias personales. Deben recibir apoyo mental y médico lo más cerca posible del lugar donde viven", concluyó.

(SERVIMEDIA)
01 Dic 2019
MAN/gja