Reportaje

Discapacidad

Reyes Lluch, la promotora cultural que ha dirigido a 1.600 actores ciegos

- Reyes Lluch, exresponsable de Promoción Cultural de la ONCE y Premio a la Integración en las Artes Escénicas del grupo de teatro Valacar

MADRID
SERVIMEDIA

Más de 40 grupos de teatro promovidos por la ONCE, una media de 45 montajes al año y cerca de 1.600 actores y actrices ciegos o con discapacidad visual es el balance de los 30 años que Reyes Lluch dedicó a la promoción del teatro (y de la música, la literatura y las artes plásticas) como responsable del Departamento de Promoción Cultural de la ONCE.

Se suman a estos logros el Premio Max de Teatro Aficionado en 2013; la participación en 15 bienales y en otras seis de teatro infantil con cerca de 125.000 espectadores, y la colaboración de nombres tan prestigiosos como Francisco Nieva, Emilio Gutiérrez Caba, Fermín Cabal, Adolfo Marsillach, Albert Boadella, José Sanchis Sinisterra, Juan Antonio Hormigón, Carmen Resino, Agustín Lourenzo o Esteve Ferrer.

Lluch ocupó ese cargo entre 1985 y 2015, tiempo durante el que trabajó en dos líneas fundamentales: la participación de las personas ciegas en la creación cultural y su acceso como público a estas actividades.

Por todo ello, ha recibido el Premio a la Integración en las Artes Escénicas del grupo de teatro Valacar, formado por afiliados a la ONCE de Coruña. "Fue todo un orgullo", confiesa Lluch a Servimedia, feliz porque "se ha reconocido el trabajo "de tantas personas durante estos 30 años". Con todo, el mejor premio para ella es que "la tarea que empezamos en 1985 dieron sus frutos, siguen creciendo y se refuerzan con las nuevas generaciones".

Cuando esta catalana llegó a Madrid para ocuparse de la promoción cultural en ONCE, apenas había cuatro grupos de teatro formados por personas ciegas en toda España. "En pocos años pasamos a más de 20", recuerda, y "en todo este tiempo hemos impulsado casi 40".

La promoción se llevó a cabo desde los Servicios de Animación Social y se crearon grupos en ciudades de toda la geografía española. Homero, en Sevilla; Sa Boira, en Baleares; Antígona, en Las Palmas de Gran Canaria; la Luciérnaga, en Madrid; La Ruina, en Albacete, y el propio Valacar de A Coruña son algunos ejemplos.

CALIDAD

"Apostamos además por la calidad", subraya Reyes, y por "la inclusión de nuestros grupos de teatro aficionados en los circuitos culturales ya existentes". Con ese objetivo "les dotamos de un presupuesto fijo y conseguimos que todos tuviesen un director profesional".

Asimismo, la ONCE trabajó en la formación de estos directores, a fin de familiarizarlos con el trato de personas ciegas. "Organizamos seminarios para compartir experiencias y poner en común buenas prácticas", indicó Lluch, y "también publicamos varias investigaciones al respecto".

Explica que un actor ciego debe aprender a moverse por el escenario, a interactuar con el resto de actores y a orientarse siempre de cara al público, por lo que tiene que conocer muy bien el escenario y estar al tanto de los movimientos de sus compañeros.

En dichos encuentros se abordó otro tema fundamental, como es la gestualidad y la expresión de las personas ciegas. "¿Deben imitar los gestos de las personas que ven o mantener la suya propia?". La conclusión final fue que "esto depende de cada actor ciego y también del personaje al que interpreta", resume Reyes Lluch.

En general, todos los directores estuvieron de acuerdo en que "dirigir a un actor ciego es igual que dirigir a otro que ve. Hay que conocerlo bien para conseguir que dé el 100% de sus posibilidades en escena".

ACCESO

Además, desde la ONCE se ha trabajado también en el acceso al teatro por parte de las personas ciegas con la generalización de los sistemas de audiodescripción. A través de unos auriculares, la persona ciega escucha una narración que describe todo lo que se ve en escena.

Este sistema, que empezó a implantarse en el cine, en el teatro plantea la dificultad de que ha de realizarse en directo, "como el resto del espectáculo". "No se puede incorporar banda de sonido a la película", precisa Reyes.

Detalla que la primera experiencia en esta línea tuvo lugar en 1994, en la Bienal de Música de Sevilla. Desde entonces "lo hemos utilizado en todas las bienales", apunta Reyes, y "afortunadamente ya hay muchos teatros profesionales que programan funciones accesibles", por lo que decenas de miles de espectadores ciegos pueden disfrutar del teatro en igualdad de condiciones.

"Cuando llegué, quisimos fomentar la creatividad de las personas ciegas y su acceso al hecho cultural y trabajamos para que pudiesen disfrutar del teatro como actores, actrices, directores o espectadores. Treinta años después creo que hemos avanzado mucho", agregó.

Por eso, señaló que el hecho de que "ahora uno de nuestros grupos considere darme un premio por todo ello es el colofón perfecto a una vida detrás de las tablas".

(SERVIMEDIA)
01 Dic 2019
AGQ/mgr/pai/gja