Así lo dijo el jefe del Ejecutivo en funciones durante su intervención en la reunión de líderes de la Alianza Atlántica que se celebra en Londres, con motivo del 70 aniversario de la firma del Tratado de Washington, en la que los aliados han expuesto su visión de cómo deberían ser, en tiempos de paz, las relaciones a uno y al otro lado del Atlántico.

Sánchez apeló a la necesaria modernización de la OTAN y a su adaptación a los “nuevos desafíos”, puesto que “ya no hay retos de seguridad que amenacen a un único país y, por ello, estamos obligados a comprometernos con soluciones consensuadas a través de un multilateralismo reforzado y eficaz”.

De este modo, se pronunció Sánchez en el marco de un cónclave que se ha celebrado en un ambiente de tensión por las diferencias existentes entre los aliados que discrepan sobre el papel de la OTAN en el siglo XXI.

EEUU y Francia no comparten la línea estratégica actual de la OTAN, a la que ven anquilosada en un paradigma propio del siglo XX, con Rusia como enemigo único, y remisa a adaptarse a las amenazas del siglo XXI.

A ello se suma las declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron, que consideró en una entrevista en ‘The Economist’ que la OTAN se encuentra en “muerte cerebral”, un vituperio que fue respondido por el presidente de EEUU, Donald Trump, al considerarlo como “insultante”, “desagradable”, “muy peligroso” e “irrespetuoso”.

A su vez, Macron ha mostrado su enojo con Turquía por su intervención en Siria, hecho que fue determinante para la furibunda reacción de Macron que también criticó la indolencia de la OTAN, llegando a cuestionar la ayuda mutua, consagrada en el artículo 5 del Tratado de Washington.

Con esa marejada de fondo, Sánchez reclamó impulsar una reflexión sobre el futuro de la OTAN, “desde la cohesión y unidad”, que determine cómo ha de ser la Alianza en las próximas décadas. “Sólo desde esta reflexión podremos seguir siendo útiles a nuestros ciudadanos”, dijo.

Por su parte, Sánchez animó a los aliados a reforzar los valores democráticos del Tratado del Atlántico Norte y a priorizar la seguridad humana con especial atención a la Agenda Mujer, Paz y Seguridad de la ONU, recogida en la resolución 1325.

Esto le sirvió para respaldar la nueva política de la OTAN encaminada a prevenir y responder a la explotación y el abuso sexual desde la “tolerancia cero”.

Sánchez aprovechó su intervención para reflexionar sobre la conveniencia de avanzar en la defensa europea, desde el convencimiento de que “la Europa de la defensa refuerza el pilar europeo de la Alianza, la complementa y la hace, también, más eficaz”.

El fortalecimiento de la defensa europea es una de las cuestiones en las que desea avanzar el nuevo Alto Representante de la Política Exterior de la UE, Josep Borrell.

Actualmente, la UE cuenta con la Cooperación Estructurada Permanente (Pesco, por sus siglas en inglés). En la última reunión de ministros de Defensa de la UE se decidió aprobar la tercera tanda de proyectos vinculados con ésta: 13 nuevos proyectos que se suman a los 34 ya existentes para totalizar un total de 47.

España participa en 22 de los proyectos. Hasta ahora lideraba el de sistema de mando y control de misiones y organizaciones y, desde esa cumbre, el referido al sistema aéreo de protección electrónica activa.

MISIÓN EN TURQUÍA

Sánchez también presentó a España como “un socio fiable, responsable y solidario” que actualmente cuenta con más de mil efectivos en operaciones OTAN y que es el primer contribuyente de la UE

Por último, recibió el reconocimiento de los aliados por su compromiso de mantener en 2020 la presencia de la batería de misiles Patriot que se encuentran en la localidad turca de Adana, en el marco de la operación de la OTAN de refuerzo de la defensa aérea de Turquía frente a la amenaza de misiles balísticos desde Siria.

La renovación de la presencia de España en esta misión se puso en duda tras el ataque de Turquía a las fuerzas kurdas en el noreste de Siria, que motivó que el país decidiera el embargo en la venta de armas al país otomano en coordinación con el resto de países de la UE.

Las Fuerzas Armadas españolas cuentan con 150 efectivos en Turquía en el marco de la operación de refuerzo de la defensa aérea de este país frente a la amenaza de misiles balísticos desde Siria.