Así se expresó Llardén en una rueda de prensa con motivo de la presentación de los resultados de Enagás en 2019 y de la actualización de sus perspectivas estratégicas entre 2020 y 2026.

A este respecto, explicó que “es difícil” que vuelva a subir porque el incremento se basó en factores que van a seguir estables, como la marcha de la economía, y otros que fueron muy favorables, como la climatología seca.

Asimismo, destacó que otro factor importante fue que pudo ocupar el hueco térmico dejado por el carbón, cuya producción se redujo de forma muy significativa por primera vez.

Por otro lado, valoró que esta tendencia de bajada del carbón y subida de las renovables y el gas, algo que ocurrió también a nivel global, permitió que las emisiones de CO2 se hayan podido estabilizar en 2019, según las primeras estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía.