El BCE comprará 120.000 millones más de deuda y aliviará la carga de capital a la banca para encarar la crisis del coronavirus
- El organismo realizará subastas de fondos más baratas para que se proporcione liquidez a los afectados por el Covid-19 y especialmente a las pymes
- Permitirá a los bancos utilizar algunos colchones de capital y liquidez, además aboga por retrasar los test de estrés

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El Banco Central Europeo (BCE) ha desplegado este jueves una amplia batería de medidas para encarar la crisis provocada por el coronavirus, entre las que incluye destinar hasta 120.000 millones de euros para comprar bonos adicionales o aliviar la carga de capital y liquidez de la banca para que se vuelque en financiar a la economía.
El organismo ha decidido mantener inalterados los tipos de interés en sus niveles actuales: el 0% de tasa oficial y el -0,5% en el interés de la facilidad de depósito que cobra a los bancos por custodiar su liquidez, pero toca muchas otras teclas para combatir el impacto del coronavirus sobre las economías.
Una de las principales es que destinará hasta final de año 120.000 millones de euros adicionales para comprar bonos, “asegurando una fuerte contribución de los programas de compra del sector privado”. Esta dotación elevará a unos 360.000 millones la línea de aquí a fin de año, ya que su programa actual prevé adquirir deuda por valor de 20.000 euros al mes.
“En combinación con el programa de compra de activos (APP) existente, esto apoyará condiciones de financiamiento favorables para la economía real en tiempos de mayor incertidumbre”, ha indicado el organismo en un comunicado tras finalizar la reunión del Consejo de Gobierno donde ha adoptado las medidas.
Si bien constata que “no ve signos materiales de tensiones en los mercados monetarios o escasez de liquidez en el sistema bancario”, ha acordado regar el sistema con nuevos fondos a través de operaciones de refinanciación (LTRO) extras a más largo plazo. “Estas operaciones proporcionarán un respaldo efectivo en caso de necesidad”, explica.
Se trata de inyecciones en términos “considerablemente más favorables”, durante el periodo comprendido entre junio de 2020 y junio de 2021, y pensadas para respaldar los préstamos bancarios “a los más afectados por la propagación del coronavirus, en particular las pequeñas y medianas empresas (pymes)”.
Su precio para la entidad estará, en concreto, 25 puntos básicos por debajo del tipo medio aplicado en las principales operaciones, pero supeditado a que se transformen en financiación a las compañías.
UTILIZAR LOS COLCHONES DE CAPITAL
El BCE ha sido el último de los grandes bancos centrales del mundo en aprobar un paquete de medidas para encarar la crisis generada por la propagación del Covid-19 y lo hace sin utilizar el recurso a la bajada de tipos, toda vez que el interés ya está en el 0%, aunque algunos expertos veían margen para reducirlos en 10 puntos básicos.
Sin embargo, promoverá la financiación vía liquidez y compras de carteras superiores de deuda y ha decidido ser flexible con las entidades financieras para que “puedan continuar cumpliendo su papel en la financiación de la economía real a medida que los efectos económicos del coronavirus se hacen evidentes”.
En concreto, el mecanismo de supervisión única del BCE (MUS, por sus siglas en inglés) que preside Andrea Enria, indicó que proporcionará un “alivio” temporal en los requerimientos de capital y liquidez.
“El coronavirus está demostrando ser un shock significativo para nuestras economías. Los bancos deben estar en condiciones de continuar financiando a los hogares y las empresas que experimentan dificultades temporales”, indicó Enria.
Así, el BCE permitirá a los bancos operar “temporalmente” por debajo del nivel de capital exigido para su hucha Pilar II, en el búfer o colchón de conservación de capital y en el índice de cobertura de liquidez.
Las autoridades nacionales, por su parte, podrían rebajar el colchón que exigen a escala nacional en aquellos países donde ya hay un mínimo establecido, según ha anticipado el BCE. El organismo justifica, en general, estas actuaciones en las que todos esos colchones o amortiguadores de capital y liquidez “se han diseñado con el fin de permitir a los bancos soportar situaciones estresadas como la actual”.
Además, permitirán a los bancos usar “parcialmente” aquellos instrumentos de capital que no computan para la solvencia de máxima calidad y categoría CET1, como son algunas emisiones de deuda y que es algo que ya preveía la normativa, pero a partir de enero del 2021.
“Las medidas anteriores proporcionan un alivio de capital significativo a los bancos en apoyo de la economía. Se espera que los bancos utilicen los efectos positivos de estas medidas para apoyar la economía y no para aumentar la distribución de dividendos o la remuneración variable”, advirtió el BCE.
INSPECCIONES 'IN SITU'
A estas medidas más económicas ha añadido otras de cariz operativo. El BCE ha desvelado que está discutiendo con los bancos medidas individuales, como el ajuste de horarios, procesos y plazos y, a título de ejemplo, indicó que se plantea reprogramar las inspecciones 'in situ' y darles más plazo a aquellas entidades a las que ya haya pedido actuaciones por situaciones encontradas al efectuar dichas inspecciones de forma reciente.
A la luz de la presión operativa sobre los bancos, el BCE ha indicado que “respalda” además la decisión de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) de posponer la prueba de resistencia 2020 en toda la UE y extenderá la postergación a todos los bancos sujetos a ella. Con independencia de las actuaciones indicadas, subrayó que los bancos “deben continuar aplicando estándares de suscripción sólidos, seguir políticas adecuadas con respecto al reconocimiento y la cobertura de exposiciones no rentables, y llevar a cabo una sólida planificación de capital y liquidez y una sólida gestión de riesgos”.
(SERVIMEDIA)
12 Mar 2020
ECR/mjg