Así lo ha indicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), donde recuerda que cerró el pasado año con una hucha de capital de máxima calidad CET1 fully loaded del 13,02%, “la más alta entre las principales entidades españolas”.

Desde una perspectiva regulatoria, su ratio CET1 phase in se situó además en el 14,32% y eso representa un exceso respecto al nivel de requerimientos regulatorios de 507 puntos básicos o equivalente a más de 4.100 millones de euros de capital.

Sin embargo, en el actual contexto, su consejo de administración considera que “mantener el liderazgo en solvencia en estos momentos excepcionales es clave y prioritario y que, por tanto, la política de dividendos de la entidad debe ser de máxima prudencia”.

Por esta razón, anuncia que “revisa” el objetivo de distribución de capital fijado en el Plan Estratégico 2018-2020, “renunciando a cualquier distribución de carácter extraordinario para el presente ejercicio y anticipando criterios de extrema prudencia a la hora de definir el eventual dividendo con cargo al ejercicio 2020”.