En distintas entrevistas radiofónicas recogidas por Servimedia, el representante de los empresarios respondió a la afirmación realizada ayer, domingo, por la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, respecto a que “no aceptaremos presiones de ningún tipo en orden de alterar este confinamiento”, tras aprobar que todos los sectores considerados no esenciales deberán parar esta semana y abonar los salarios a sus trabajadores, a cambio de recuperar las horas a lo largo del año.

Garamendi afirmó no dar “crédito” a esas palabras y se preguntó “¿cómo que estamos presionando? ¿en qué y para qué?”. Defendió que la actitud de CEOE es “colaborativa” y lamentó que no se haya agradecido desde el Ejecutivo la labor de empresas, entre las que citó a Inditex, el Banco Santander, BBVA, Mercadona o el Grupo Antolín, para proveer material sanitario.

“El interés común lo defendemos todos, tengamos respeto a la gente que puede opinar de forma diferente a los que plantean que el interés común sólo es el que ellos quieren decir”, consideró. En esta línea, advirtió de “cierta demagogia de quiénes son los buenos y quiénes son los malos” y aseguró que su organización va a seguir trabajando en el diálogo social.

Garamendi señaló que la decisión de parar el resto de sectores considerados no esenciales se le comunicó el pasado sábado sin que hubiera negociación y que por su parte “el visto bueno no podíamos darlo” y había “cierta precipitación” en la medida. Puso énfasis en que cerca de la medianoche de ayer aún no conocían los sectores que se verían afectados por la ampliación de la paralización de la actividad y que había turnos que a esas horas ya habían comenzado, así como pedidos previstos para enviar al exterior esta semana.

A su juicio, es “un error porque es asfixiar a la economía del país” y “muy peligroso” paralizar la actividad sin un plan para después.

También comentó que “si te han hecho un cierre gubernamental y se prohíbe despedir, lo único que te queda es cerrar”, y aseguró que habrá paro y “no será porque las empresas quieran despedir a la gente, será porque nos empobrezcamos”.

Además, apuntó que “va a haber gente que se quede descolgada después de esta situación” y sectores que perderán su posición en el mercado internacional. El presidente de la patronal va a mantener estos días distintas reuniones sectoriales para abordar el alcance de la paralización de la actividad.

Avisó de que si se para “absolutamente" toda habrá un “problema grave” que puede tener una dimensión social. Para Garamendi, “la actividad económica no debería estar reñida con la salud”.