Según informó este martes el Instituto Armado, la actuación tuvo lugar cuando este cuerpo de seguridad recibió dos llamadas telefónicas de ciudadanos anónimos advirtiendo de que, desde sus ventanas, podían ver a una persona practicando surf y a otra dándose un baño, respectivamente.

El primer caso se trataba de un surfista que se encontraba en una zona de dunas de muy difícil acceso y con tráfico restringido a vehículos. Los agentes tuvieron que bordear en coche la zona del puerto de la localidad, para después continuar andando hasta llegar a alcanzar a esta persona. Al identificarlo, el hombre alegó que desconocía que hacer deporte dentro del agua estaba prohibido.

La segunda infracción la cometió otro hombre que decidió darse un baño en el área conocida como las “casas de pescadores”. Esta zona se caracteriza por tener una playa imposible de ver desde la carretera, ya que las viviendas que hay junto a ella impiden su vista.