Así se lo trasladaron a la ministra de Defensa, Margarita Robles, durante la visita que efectuó al Centro Militar de Farmacia de la Defensa, situado en la Base Logística de San Pedro en el municipio madrileño de Colmenar Viejo, según informó su departamento en un comunicado.

Allí, el coronel Antonio Juberías, director del centro, le explicó que éste es el único laboratorio adscrito a la Administración General del Estado y referente para la fabricación de antídotos y medicamentos por causas excepcionales relacionadas con la salud pública.

También le trasladó que estas instalaciones están funcionando “a pleno rendimiento” para producir medicamentos que permitan una acción terapéutica frente al coronavirus y fabricar desinfectantes.

A su vez, están enfrascados en la fabricación de solución hidroalcohólica para desinfección de manos, paracetamol de 500 mg en cápsulas, un antiviral de amplio espectro como la Ribavirina inyectable y Azitromicina de 500 mg en comprimidos, un antibiótico tenido en cuenta en estrategias terapéuticas frente al SARS Cov-2.

Al mismo tiempo, estas instalaciones comenzarán próximamente a desarrollar otros productos farmacéuticas, como el Fosfato de Hidroxicloroquina, que se emplea para luchar contra el virus.

Por otra parte, el Centro Militar de Farmacia de la Defensa de Burgos incorporará próximamente una máquina de fabricación de mascarillas, que hoy llegará procedente de Shanghái (China) en un vuelo del operador logístico del Ministerio de Defensa.

Durante su visita, Robles, que estuvo acompañada por el subsecretario de Defensa, Alejo de la Torre, agradeció “todo el trabajo que se está haciendo” para “contribuir a salvar vidas”, así como su “esfuerzo” y “compromiso” para apoyar las necesidades sanitarias durante esta crisis.

“Gracias por toda su dedicación y trabajo, por estar siempre al pie del cañón, al igual que todos los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas, algo que a mí gusta poner en valor todos los días”, dijo la ministra.