Cambio climático

Las especies marinas huyen del clima extremo hasta seis veces más rápido que las terrestres

MADRID
SERVIMEDIA

El calentamiento global causa que las especies busquen ambientes más templados en los que vivir, pero las especies marinas ganan a la terrestres la carrera contra el aumento de temperaturas del planeta porque migran hasta seis veces más rápido hacia los polos.

Ésta es la principal conclusión de un estudio publicado en la revista 'Nature Ecology & Evolution'. Los investigadores pertenecen al Centro Nacional para la Investigación Científica, el Instituto Francés de Investigación para la Explotación del Mar y las universidades de Toulouse III-Paul Sabatier y Julio Verne en Picardía (Francia), las universidades de Washington y Tennessee (Estados Unidos).

Hay una creciente evidencia de la redistribución de las especies a medida que el clima del planeta se calienta, pero la relación entre los cambios de rangos de especies y las modificaciones isotérmicas en latitud y altitud continúa siendo limitado.

Los investigadores emplearon BioShifts, una base de datos geográfica global de 30.534 cambios de rangos detectados en más de 12.000 especies animales y vegetales.

Pese a que hay un desequilibrio espacial hacia las regiones más desarrolladas del hemisferio norte y un sesgo taxonómico en los animales y plantas más carismáticos del planeta, los datos muestran que las especies marinas son mejores para rastrear los cambios isotérmicos y se mueven hacia los polos hasta seis veces más rápidamente que las terrestres.

Esta carrera contra el calentamiento global está modulada por la presión de las actividades humanas (pesca, acuicultura, agricultura, silvicultura, planificación urbana...), que acelera o ralentiza el movimiento de especies en su búsqueda de condiciones climáticas más favorables.

Más específicamente, las especies marinas detectan mejor los cambios isotérmicos en aguas cálidas y relativamente tranquilas (por ejemplo, la cuenca del Pacífico central) o en aguas frías sujetas a altas presiones humanas (como el Mar del Norte).

En tierra, las actividades humanas impiden la capacidad de las especies terrestres de rastrear los cambios isotérmicos en latitud y algunas migran en la dirección opuesta a las isotermas. A lo largo de los gradientes de elevación, las especies siguen la dirección de los cambios isotérmicos, pero a un ritmo mucho más lento de lo esperado, especialmente en áreas con climas cálidos.

"Las especies terrestres están más atrasadas que las isotermas cambiantes que las especies marinas, lo que probablemente esté relacionado con la interacción entre el margen de seguridad térmica más amplio de las especies terrestres y marinas y el entorno físico más restringido para la dispersión en hábitats terrestres y marinos. Las especies siguen la dirección de los cambios isotérmicos, pero a un ritmo mucho más lento de lo esperado, especialmente en áreas con climas cálidos", apuntan los autores.

(SERVIMEDIA)
25 Mayo 2020
MGR/gja