Según informó el Instituto Armado, la ‘Operación Promises’ ha permitido desarticular una organización dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual y a la prostitución lucrativa, deteniéndose a sus tres miembros.

Los investigadores descubrieron cómo la organización enviaba a sus captores a distintos países de Sudamérica para reclutar a jóvenes en buena forma física, a quienes prometían un futuro de éxito cuando llegaran a España, relacionado con su profesión en origen.

Para evitar sospechas, la organización obligaba a las víctimas a pagarse el viaje a España, con el compromiso de que recuperarían el importe muy rápido con los trabajos que desempeñarían en suelo español.

Cuando las víctimas estaban en suelo español, eran recogidos en el aeropuerto y trasladados a Prado del Rey, donde les retenían la documentación y les quitaban el dinero que llevaban consigo para controlarles en todo momento.

Sus captores les mantenían hacinados en una vivienda y sólo les permitían relacionarse entre ellos, manteniéndolos en la más absoluta indigencia, viéndose obligados a mendigar para poder subsistir.

Ante esta situación, la organización les ofrecía como alternativa participar en un chat de contactos homosexuales, que era controlado y gestionado por el líder de la misma. Los encuentros se producían en distintas localidades gaditanas, a las que el tratante llevaba a la víctima, permaneciendo en las inmediaciones hasta que el referido encuentro terminaba y requisando el importe que recibían.

Los jóvenes eran amenazados con trasladar a sus familias su participación en encuentros con otros hombres para consolidar su posición de dominio y abuso de situación de superioridad.