Los resultados, obtenidos por los investigadores de la Universidad de Alicante Jorge Olcina Cantos, Samuel Biener Camacho y Javier Martí Talavera, indican que la provincia de Alicante, en el conjunto de España, fue una provincia moderadamente afectada por Covid-19 en parte por los rasgos atmosféricos registrados en el mes de febrero y primeros días de marzo.

Otro factor ambiental que a priori jugó a favor de un menor número de contagios fueron los bajos niveles de contaminación. Este aspecto se vio como un factor de riesgo en otras ciudades españolas, como Madrid o Barcelona.

Los investigadores señalan, además, otros factores que se dan en la provincia alicantina y que favorecen la pérdida de efectividad del coronavirus y dificultan su estancia en el aire como son la humedad, la elevada insolación, la radiación solar y las jornadas de viento. Si bien, consideran esencial el cumplimiento de las medidas profilácticas y los mensajes sanitarios.

Los científicos advierten que a partir de octubre las condiciones térmicas cambian este panorama actual y “habrá que estar pendiente de las proyecciones atmosféricas para dicha estación que pueden favorecer, si el otoño es frío, o perjudicar, si se da un otoño cálido, la mayor expansión de la pandemia”.