Según informa VidaCaixa, el volumen de primas y aportaciones comercializadas durante este periodo se situó en los 4.485 millones de euros, un 15,9% menos.

La contracción de la actividad comercial es la principal causa de esta reducción que se circunscribe especialmente a los meses de abril y mayo (los más duros de la pandemia) y al negocio de ahorro, que experimentó una caída del 19,8% en las primas y aportaciones.

El ahorro individual es el segmento que tiene un mayor peso en este negocio y acumula un total de 3.219,9 millones de euros. También es en este segmento donde se registra un mayor descenso (-24%) en primas y aportaciones con relación al año pasado.

El volumen de recursos gestionados ascendió a 92.497,4 millones de euros, un 4,5% más, impulsado por la evolución del negocio y los mercados en los meses previos a la crisis sanitaria.

De estos, 55.097 millones corresponden a seguros de vida, 29.926,5 millones a planes de pensiones y EPSV, y 7.473,9 millones al portugués BPI Vida e Pensões.

A cierre de junio, la entidad cuenta con 5,2 millones de clientes en España y Portugal. Durante los tres primeros meses del año, pagó 1.775 millones de euros en prestaciones.

La solvencia de VidaCaixa se mantiene en niveles estables, lo que le proporciona una posición robusta para afrontar la crisis con resiliencia. A cierre de marzo, último dato disponible, el ratio de capital en términos de Solvencia II fue del 163% sobre el capital requerido.