Además, el imputado, que quedó en libertad, no podrá acercarse a más de 500 metros de los domicilios de la directora y el jefe de estudios y no podrá ponerse en contacto con ellos.

Así lo decidió el juez, que se encontraba de guardia, ante la imposibilidad de celebrar el juicio rápido contra el detenido, una vista oral que estaba previsto en un principio para hoy.

Las presuntas víctimas de la agresión y el propio acusado fueron explorados esta mañana por el médico forense de guardia.

Desde los juzgados de Madrid explicaron que finalmente el juicio rápido ha sido suspendido y se ha ordenado la transformación de la causa en un procedimiento ordinario porque el juez cree necesaria la práctica de nuevas diligencias -principalmente pruebas médicas- para esclarecer los hechos.

Además del informe médico, el magistrado tiene previsto llamar a declarar a otros testigos de los hechos y acceder a otras pruebas documentales.