Bajo la premisa de que prácticamente todos los españoles tendrán que cuidar y necesitarán ser cuidados, dada la mayor esperanza de vida y el consiguiente aumento de las enfermedades degenerativas, esta exdirectiva del Grupo Social ONCE y licenciada en Psicología aporta su propia mirada sobre la dependencia, los cuidados y la vejez.

“Empezamos a detectar que hay un interés real por los cuidadores, que es una figura que cada vez va a tener más relevancia”, explicó en declaraciones a Servimedia. Su libro tendría que haber sido presentado hace meses, pero la pandemia del coronavirus truncó los planes. Sin embargo, ya está a la venta desde el pasado 17 de septiembre.

Además de las herramientas y estrategias que se deben tener en cuenta en los cuidados, ya sean profesionales o no, el libro también supone un alegato en defensa de esta labor. “La parte más ardua es la que tiene que ver con los pasos para que una situación de cuidar a una persona dependiente no se nos vuelva en contra económicamente”, aseguró.

Y es que el reconocimiento, como defiende, debe venir desde diferentes planos. “Las horas dedicadas al cuidado de los cuidadores no profesionales tienen que ser reconocidas en la Seguridad Social; esta labor necesita que se reconozca”, insistió.

En este sentido, el libro aporta consejos y ayudas para que una persona que se vea en la necesidad de cuidar -o ser cuidada- sepa qué normas le protegen y amparan.

MUJERES

También recoge todo lo que rodea a los cuidados en torno al género. “En el libro no hablamos del cuidador, cambió porque suelen ser mujeres cuidadoras, así que nos referimos a ellas como personas cuidadoras. Somos mayoritariamente las mujeres las que nos hacemos cargo”, explicó.

Esto, como señaló, responde a que “siempre va a renunciar al trabajo para cuidar quien menos tiene que perder, que es el que tiene un trabajo peor remunerado o es ama de casa, esas somos las mujeres”. Por tanto, “debemos aprender de empatía todos” y auguró que esta situación “va a cambiar radicalmente”. De hecho, considera que los cuidados tenderán a “profesionalizarse” mucho más.

El valor de este manual de cuidados es que está basado en la propia experiencia de Marta Val, quien no sólo ha centrado su carrera profesional en las personas con discapacidad, sino que actualmente es cuidadora de sus padres, de sus hijos y de sí misma, pese al párkinson que le diagnosticaron hace cinco años.

“Yo no había cuidado nunca, pero dejé de trabajar y eso implicó que ahora tenía que ser yo quien cuidaba, pese a que yo también estoy enferma. En estos años he evolucionado mucho”, relató.

Además de cuidar de sus hijos, de sus padres, de sí misma y de escribir un libro, Marta Val también colabora con la Federación Española de Parkinson y tiene un blog (‘neurofriendly.org’) junto a su neuróloga y un amigo.

A futuros, esta madrileña cree que la figura del cuidador cobrará aún más peso y reconocimiento, pero reconoció que necesita más profesionalización y mejores condiciones laborales para quienes se dedican a ello como trabajo.

“En la medida de que es una labor poco reconocida y mal pagada, es poco atractiva”, por lo que a veces “no es algo vocacional” y, por ende, no se hace como debiera hacerse. Y es que “si a un trabajador no lo tratamos adecuadamente, lo más probable es que acabe trabajando mal”.

Por tanto, “el profesionalizar y reconocer esa labor es importantísimo”. Su trabajo en el libro está dedicado a personas dependientes, sus familias y sus cuidadores, intentando avanzar también en “un futuro diferente que construimos entre todos día a día”.