Clima

El deshielo de la Antártida destapa un cementerio milenario de pingüinos

MADRID
SERVIMEDIA

El derretimiento de la Antártida ha provocado que un científico haya encontrado un cementerio milenario de pingüinos Adelia, en su mayoría polluelos, en el cabo Irizar, ubicado al sur de la lengua de hielo Drygalski y en la Costa de Scott, situada en el mar de Ross.

En un estudio publicado en la revista 'Geology', Steven Emslie, de la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos), explica que encontró restos tanto antiguos como más recientes de pingüinos Adelia, pero lo más desconcertante es que no hay registros de una colonia activa de esta especie desde que los primeros exploradores, como Robert Falcon Scott entre 1901 y 1903, llegaran al mar de Ross.

Emslie encontró abundantes huesos de polluelo de pingüino esparcidos en la superficie. Algunos de los huesos eran cadáveres completos de polluelos con plumas, así como momias intactas. Emslie y sus colegas recolectaron algunos de estos restos para su posterior análisis y datación por radiocarbono con el fin de tratar de averiguar qué estaba sucediendo allí.

El equipo encontró viejos montículos de guijarros esparcidos por el cabo. Se trata de antiguos sitios de anidación de pingüinos Adelia porque usan esas piedras para construir sus nidos. Cuando abandonan un sitio, los guijarros se dispersan y se destacan en el paisaje, ya que todos tienen aproximadamente el mismo tamaño.

"Excavamos en tres de estos montículos, utilizando métodos similares a los arqueólogos, para recuperar tejidos preservados de huesos, plumas y cáscaras de huevo de pingüino, así como partes duras de presas del guano (huesos de pescado, otolitos). El suelo estaba muy seco y polvoriento, tal como lo encontré en otros sitios muy antiguos en los que he trabajado en el mar de Ross, y también había abundantes restos de pingüinos en ellos", explica Emslie.

HACE 800 AÑOS

Este investigador añade que se recuperó "una mezcla de restos de pingüinos viejos y lo que parecían ser recientes, lo que implica múltiples períodos de ocupación y abandono de este cabo durante miles de años". "En todos los años que he estado haciendo esta investigación en la Antártida, nunca había visto un sitio como éste", apostilla.

Los análisis indican al menos tres periodos de ocupación del cabo Irizar por parte de los pingüinos y el último fue hace unos 800 años. A partir de entonces, ya sea por el aumento de la capa de nieve sobre el cabo u otros factores (la Pequeña Edad del Hielo también estaba comenzando), los restos 'frescos' de pingüinos en la superficie se cubrieron de nieve y hielo, y se conservaron intactos hasta el reciente deshielo.

El calentamiento global ha aumentado la temperatura anual en el mar de Ross entre 1,5 y 2,0°C desde la década de 1980, y las imágenes de satélite de la última década muestran que la capa emerge gradualmente de debajo de la nieve. "Este deshielo reciente que revela restos preservados durante mucho tiempo que estaban congelados y enterrados hasta ahora es la mejor explicación para el revoltijo de restos de pingüinos de diferentes edades que encontramos allí", concluye Emslie.

(SERVIMEDIA)
29 Sep 2020
MGR/gja