Entre julio y septiembre de este año se han detectado 21 barcos que intentaban abandonar el Líbano, frente a los 17 que se registraron durante todo 2019. Por ello, la ONG alertó del creciente peligro para las vidas de los niños y niñas que se arriesgan en la travesía.

Este incremento en el número de familias que decide hacerse a la mar para escapar de Líbano se produce en un momento en el que el país, con poco más de seis millones de habitantes, se enfrenta a su peor crisis en tiempos de paz. Según Save the Children, los índices de pobreza se han disparado y se estima que 650.000 niños y niñas libaneses más se han visto abocados a la pobreza en los últimos seis meses.

Dos meses después de la explosión que arrasó Beirut, la ONG ha constatado además un aumento del 574% de las solicitudes de apoyo económico y refugio entre las comunidades con las que trabaja. El repunte de la inflación, el colapso de la libra libanesa y la escasez de artículos de primera necesidad, como medicinas y combustible, junto con un incremento de casos de Covid-19, han diezmado los medios de vida de la población, explicó la organización.