CRIMEN ORGANIZADO

Cae una banda holandesa que usaba España para introducir grandes cargamentos de cocaína

MADRID
SERVIMEDIA

La Guardia Civil ha desarticulado, en colaboración con las autoridades holandesas, una banda de narcotraficantes dirigida desde este país y que usaba España para introducir en Europa grandes cargamentos de cocaína procedentes de Sudamérica.

Según informó este viernes el Instituto Armado, en la llamada 'operación Cetil' se ha detenido a ocho personas de nacionalidad holandesa, tres de las cuales fueron arrestadas en su país y cinco en España. Algunos de los investigados eran considerados “objetivos de alto valor” en el ámbito policial europeo.

Han sido intervenidos más de 6.000 kilogramos de cocaína en distintos puertos y, en los nueve registros llevados a cabo, se han intervenido joyas de gran valor, unos 40.000 euros en efectivo, 20 terminales de telefonía encriptados y abundante documentación que vincularía a esta organización con el narcotráfico internacional a gran escala.

Las investigaciones se iniciaron a finales de 2019 en la provincia de Pontevedra, cuando se detectó una posible línea estable de introducción de cocaína por el puerto de Marín (Pontevedra) tras el análisis de las aprehensiones producidas ese año. De hecho, desde ese momento, se intervino cerca de una tonelada de cocaína en varios envíos, todos ellos vinculados a esta organización holandesa.

MATONES CON FORMACION MILITAR

A la vista de estas aprehensiones, este grupo delictivo dirigido desde Holanda trató de abrir otras vías de entrada de cocaína, eligiendo el recinto portuario de Valencia para introducir grandes remesas de estupefaciente como puerta a Europa. Esto permitió interceptar cerca de 3.200 kilogramos de esta sustancia en distintos envíos marítimos realizados entre marzo y junio de 2020 en el puerto valenciano.

La investigación ha permitido determinar que la banda de narcotraficantes desarticulada tenía su cúpula en Países Bajos, pero sus integrantes se trasladaban y reunían en España para organizar y planificar los distintos envíos de sustancia estupefaciente desde Sudamérica.

Los miembros de la red contaban con gran variedad de antecedentes por delitos graves como tráfico de armas, extorsiones e incluso homicidio. Además, contaban con apoyo de personas con entrenamiento militar y experiencia en misiones de guerra, encargados principalmente de hacer contravigilancias en sus reuniones. Asimismo, los arrestados llegaron a desarrollar aplicaciones propias de mensajería encriptada para no ser descubiertos por las fuerzas policiales.

(SERVIMEDIA)
16 Oct 2020
NBC/gja