Así lo transmitieron fuentes gubernamentales, que también recalcaron que los ministros no han querido entrar en ninguna de las provocaciones que tuvieron que escuchar por parte de Garriga –también candidato de Vox a la Generalitat de Cataluña– a pesar de que se dirigió de manera individualizada a varios de los miembros del Ejecutivo.

De hecho, esto también es extrapolable, según fuentes parlamentarias, a los diputados socialistas, que no van a replicar a las críticas que les dediquen desde Vox. El objetivo es no contribuir a generar un clima tenso en el Hemiciclo, de manera que “el ruido” sólo provenga de los de Abascal.

El Gobierno de coalición ha querido adoptar esta posición para hacer hincapié en que “la moción no es para nosotros, es para el PP”. “Se están peleando por el extremo del mapa” y “se nota en la desesperación de los populares” al no terminar de aclarar su voto en la moción, según apostillan fuentes socialistas.

En la bancada popular compartían esa sensación de que el Gobierno no ha entrado a contestar a Garriga conscientes de que Abascal “repetiría el discurso”, según fuentes consultadas por Servimedia. Por tanto, no ven novedad en lo que traslada el candidato en este momento y consideran una pérdida de tiempo este debate.

El secretario general del PP, Teodoro García Egea, ya avanzó a primera hora de esta mañana que el debate sería “una pérdida de tiempo” ante la situación que atraviesa España por el coronavirus.

Este sentir también lo trasladó públicamente la vicepresidenta segunda del Congreso, Ana Pastor, a través de un mensaje en el que dijo que “es un desprecio a los ciudadanos que los que somos servidores públicos tengamos que dedicar tiempo a una moción de censura que es y resultará un fracaso” en vez de tramitar la ley que presentó el PP de protección de la salud para luchar contra la pandemia.

Frente al tenso clima de las últimas sesiones de control y pese a ser una moción de censura, en el Hemiciclo reinaba el silencio, sólo interrumpido por los continuos aplausos de los parlamentarios de Vox presentes en la Cámara. Todo ello a expensas de las “sopresas” que prepara el Gobierno y las intervenciones del resto de partidos.