Según informó la Policía Nacional, en la operación colaboró la Inspección de Trabajo y la Policía Local de Málaga y durante su transcurso se intervinieron 100.000 euros.

La investigación comenzó después de que la Policía Local de Málaga trasladara a la Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsedades Documentales de la comisaría de la ciudad malagueña una denuncia anónima sobre un taller clandestino de costura.

Tras las pertinentes pesquisas, los agentes acreditaron la existencia de un taller de costura en los bajos de una vivienda en la que personas de nacionalidad china trabajaban a destajo sin descansar ningún día de la semana, y que además hacía las veces de vivienda.

Con el fin de dar apariencia de legalidad a su actividad, en un lugar cercano al principal objetivo de la investigación, la red contaba con un taller de costura con todos sus permisos y requisitos legales, con trabajadores dados de alta en la Seguridad Social.

La investigación culminó con dos entradas y registros autorizadas por el Juzgado de Instrucción número 5 de Málaga, conocedor de la causa, y la detención de tres ciudadanos chinos -dos hombres y una mujer de entre 43 y 52 años- por su presunta responsabilidad en la trama.

Los detenidos contaban con numerosos antecedentes por delitos contra los derechos de los trabajadores.