En un encuentro sobre ‘La revolución del teletrabajo. Cómo combinar lo virtual y lo presencial’, organizado por la agencia Servimedia, Durán debatió sobre estos temas con la presidenta de Microsoft España, Pilar López.

Según Durán, la implantación del teletrabajo debe tener en cuenta “la accesibilidad de las herramientas, la formación previa sobre nuevas tecnologías del trabajador y si puede suponer un obstáculo concreto” por razón de la discapacidad de esa persona.

Coincidió con López en que, una vez superada la pandemia, “lo lógico será evolucionar hacia entornos híbridos”, donde trabajo a distancia y presencialidad “convivan de forma flexible”.

A su juicio, esto sería “lo deseable” porque “un teletrabajo puro acabaría con la vida en la calle”. Ello resultaría muy perjudicial para la economía y “para muchos de los atractivos de España”. Además, apuntó que las personas con discapacidad se verían especialmente afectadas.

“Lo que no se ve no existe”, reflexionó, y por eso “las personas con discapacidad no deben quedarse en casa”. "En la ONCE tenemos a 19.000 trabajadores que salen cada día a vender (el cupón)”, afirmó, “y eso es importante”.

“Si todos se quedasen en casa, correríamos el riesgo de retroceder lo avanzado en accesibilidad en los transportes públicos y en las ciudades”, explicó Durán.

Además, destacó que el teletrabajo no puede aplicarse por igual a todas las profesiones. “En la ONCE tenemos a 19.000 agentes vendedores que se ganan la vida trabajando en la calle”, pero además, gran parte de la plantilla del grupo ILUNION se dedica al sector servicios.

A ello hay que agregar que en la ONCE, muchos empleados se dedican a la atención directa de los usuarios y a prestar servicios, por lo que no pueden quedarse en casa. Por eso, “debemos evitar que una modalidad suponga ventajas e inconvenientes definitivos sobre la otra”.

Finalmente, Durán y López se refirieron a la necesidad de romper la brecha digital, sobre todo en educación, “y aquí las administraciones juegan un papel clave”.

Para Durán, "un problema que nos encontramos durante el confinamiento fue la excesiva dependencia de las plataformas educativas, que se utilizan para hacer deberes, para la evaluación, para concertar tutorías". “Si no son accesibles”, los alumnos con discapacidad se encuentran en clara desventaja, concluyó. Microsoft apuesta por trabajar para ofrecer “una experiencia lo más inclusiva posible”.