"De ninguna manera vamos a subir los impuestos, entre otras cosas, porque en España han subido en los últimos años", dijo Caldera en Antena 3.

Caldera reiteró que la intención del PSOE es "mantener" la presión fiscal actual pero reduciendo la tributación a quien vive de su trabajo.

Explicó que se subiría el mínimo exento en el IRPF, del que quedarían fuera entre un millón y medio y dos millones de contribuyentes. "Simplificaremos mucho los tramos y el tip máximo lo acercaremos al Impuesto de Sociedades".

Precisó, en este punto, que los socialistas bajarían el tipo máximo de ese impuesto pero eliminando las deducciones para evitar lo que, según él, ocurre ahora, y es que las pequeñas empresas tributan al 30 por ciento pero las grandes se acogen a deducciones y bonificaciones que les permite reducir su porcentaje del 35 por ciento hasta un tipo efectivo del 26 por ciento.

Con la reforma fiscal de los socialistas, aseguró, "habrá mejor recaudación, antenimiento de la presión fiscal y un reparto más justo de la forma en que pagamos los impuestos", además de mantener e, incluso, "mejorar" la recaudación.

Sobre posibles acuerdos con partidos nacionalistas si el PSOE gana las próximas elecciones pero carece de mayoría para gobernar en solitario, Caldera aseguró que el "plan Ibarretxe" impide cualquier acercamiento al PNV.