1.437 TRABAJADORES MURIERON EN ACCIDENTES LABORALES EN 1997, UN 10% MAS QUE EN 1996
- Según CCOO, el Estado ha dejado de recaudar 50.000 millones por prescripción de sanciones impuestas a los empresarios
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Durante el pasado año perdieron la vida un total de 1.437 trabajadores en accidentes laborales, 133 más que el año anterior, lo que supone un aumento del 10,1%. De ellos, 1.092 siniestros se produjeron n jornada de trabajo y los 345 restantes "in itínere" (al acudir o regresar del trabajo), con incrementos respectivos del 11,2% y 7,1%.
Estos datos fueron presentados hoy por el secretario de Salud Laboral y Medio Ambiente de CCOO, Joaquín Nieto, y el miembro del Departamento de Salud Laboral de de CCOO Angel Carcoba, en una rueda de prensa ofrecida con motivo del segundo aniversario de la entrada en vigor de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, más conocida como ley de salud laboral.
"Nos ubiera gustado celebrarlo diciendo que gracias a la ley de salud laboral hay menos accidentes, pero desgraciadamente no ha sido así", indicó Nieto. Según los datos de CCOO, en 1997 se produjeron un total de 1.290.376 accidentes de trabajo, de los que 681.278 causaron baja laboral, un 10,6% más que el año anterior, y 1.437 fueron mortales.
Estos datos suponen que cada día laboral se producen más de 2.000 accidentes de trabajo y mueren seis trabajadores, dos de estos "in itínere". Si se compara con Euroa, en España mueren 14 trabajadores por cada 100.000, frente a 7 en Italia, 6 en Francia y Portugal y 5 en Grecia.
Los responsables de CCOO indicaron que la causa fundamental de la elevada siniestralidad que hay en España es que "la gran mayoría de los empresarios incumplen la ley de salud laboral", por lo que exigieron que sobre ellos recaiga "todo el peso de la ley".
SORPRESA
Nieto mostró su sorpresa porque en la Asamblea de CEOE, en la que fue reelegido José María Cuevas, éste no prestara "l más mínima atención" a este asunto, y se limitara a reclamar una rebaja de las cotizaciones sociales. Recordó que reducir un punto las cuotas sociales representa 160.000 millones, mientras que el coste de los accidentes de trabajo alcanza los 2,2 billones, de los que el 60% corresponden a las empresas.
Otra de las causas que explica la diferencia con Europa, según Carcoba, es la proporción de trabajadores que asisten a cursos de formación pagados por el empresario, que en España fueron el 19% el pasao año, sólo por delante de Portugal (18%) y Grecia (17%), y muy por debajo de porcentajes como el Finlandia (58%), Reino Unido (51%), Dinamarca y Suecia (49%) y Holanda (45%).
La precariedad laboral es otro aspecto que incide en la siniestralidad. A juicio de los responsables de CCOO, el país vive una situación de mayor actividad económica, pero sin traducirse en creación de empleo, lo que provoca que se cargue de mayor trabajo a los mismos empleados, lo que supone una presión sobre el trabajo "que acba desembocando en accidentes".
Según Nieto y Carcoba, la reducción de la jornada laboral, la creación de empleo y la estabilidad en el empleo contribuirían de manera importante a reducir la siniestralidad laboral. Aseguraron que un trabajador eventual o de una empresa de trabajo temporal se accidenta cuatro veces más que un trabajador fijo.
PRESCRIPCION DE LAS SANCIONES
Pero los responsables de CCOO también criticaron duramente a los poderes públicos, a los que acusaron que inhibirse en esta mteria. Denunciaron que la mayoría de las sanciones que se ponen a los empresarios por incumplimientos en materia de salud y seguridad en el trabajo son "ineficaces", porque la Administración "deja prescribir las sanciones sistemáticamente".
CCOO estima que el Estado ha dejado de recaudar en los últimos diez años más de 50.000 millones de pesetas en concepto de sanciones impuestas a empresarios por infracciones de normas de salud y seguridad en el trabajo. Además, Nieto y Carcoba creen que la Inspecció de Trabajo está infradotada para abordar de forma eficaz las funciones que la ley le asigna, y que son necesarios más recursos para esta función.
Según CCOO, mientras en Dinarmarca y Finlandia tienen un inspector por cada 5.000 asalariados, Irlanda por cada 20.000, Bélgica por cada 14.000 y Francia por cada 10.700, España dispone de uno por cada 27.000 empleados o por cada 2.240 empresas.
En España hay 612 inspectores, de los que unos 400 visitan empresas, por lo que CCOO cree que serían necesaros con los recursos actuales 15 años para que la Inspección de Trabajo cumpla sus funciones y nuestro país se equipare a la media europea.
(SERVIMEDIA)
10 Feb 1998
NLV