Sector financiero

BBVA destinará 3.000 millones de capital extra a recomprar el 10% de sus acciones y anuncia un plan de ahorro de costes

MADRID
SERVIMEDIA

BBVA prevé destinar 3.000 millones de euros del colchón de 8.500 millones en capital extra que le generará la venta de la filial de Estados Unidos a recomprar el 10% de sus propias acciones y ultima además un programa de ajustes para economizar costes, con foco especial en España.

Así lo indicaron su presidente, Carlos Torres, y el consejero delegado, Onur Genç, coincidiendo con la presentación de resultados del pasado año y después de que el banco desvelase su intención de pagar un dividendo en efectivo de 5,9 céntimos por acción en abril con cargo al resultado de 2020. De forma adicional, proyecta recuperar su política de retribución al accionista con un 'pay out' de entre el 35% y el 40%.

La medida está sujeta a la autorización del Banco Central Europeo (BCE), que ha limitado a la banca el abono de cualquier dividendo a un máximo del 15% del beneficio cosechado el pasado año.

La recompra tendría lugar, por tanto, después de que libere a los bancos de la restricción y sería, “como pronto, en octubre”, según explicó Torres, indicando que el coste o inversión dependerá del precio de la acción en su momento y comprometerá un tiempo largo ya que supone un alto volumen.

A la pregunta de si podría ser “pan para hoy y hambre para mañana”, el banquero lo negó en rotundo explicando que, con la recompra de acciones, se reduce el número de títulos en circulación y así se acaba favoreciendo al accionista porque “tienes más beneficio por acción” con el resultado que genere el grupo en sus diferentes geografías en el futuro. Además, defendió que supone una buena inversión con la situación actual de la cotización, “al hacerlo a bajos precios”.

Cuando BBVA desveló la venta de la filial en Estados Unidos ya avanzó que usaría los más de 8.000 millones en exceso de capital generados por la operación para remunerar al inversor y a proyectos de inversión, incluyendo potenciales operaciones corporativas. A los pocos días, y entre las especulaciones del mercado, tuvo que admitir que negociaba una fusión con Sabadell que pocos días después dieron por rota.

FUSIÓN ROTA CON SABADELL

Carlos Torres eludió hoy hacer comentario alguno sobre la oportunidad perdida al haber fracasado dichas conversaciones con un lacónico: “hubo conversaciones el año pasado”, “se terminaron” y “no voy a entrar en especulaciones”. Indicó que podría haber interés cuando se planteó y por eso BBVA la analizó, además de ser obligación para con los accionistas. “No hay que mirar para atrás, hay que mirar para adelante”, conminó, subrayando que el BBVA está en una situación de fortaleza, y eso “se tendrá que traducir también en mayor precio de la acción en bolsa en el largo plazo”.

Sin embargo, sí descartó que se vaya a perder la ocasión de reinvertir mejor las plusvalías de Estados Unidos, asegurando que la acción de BBVA “es un proyecto de inversión”. “Y ahora mismo estamos diciendo muy alto y claro que nosotros, el equipo de gestión de BBVA, consideramos que la inversión de BBVA es la mejor inversión que puede haber” con dichos recursos, afirmó.

“Hay que pensar primero que si un proyecto tiene sentido y tiene valor hay que hacerlo. Si encaja estratégicamente, si encaja financieramente hay que hacerlo, y si no encaja no hay que hacerlo, con independencia de que uno tenga o no tenga el capital”, explicó, apuntando que por el hecho de tenerlo no se deben “hacer adquisiciones que no tienen sentido” ni se debe “malgastar”. A la inversa, refirió que si sale una operación que merezca la pena siempre se puede acudir al mercado con una ampliación para financiarla.

En cuanto a los 5.000 millones de euros restantes de las plusvalías por EEUU, apuntó que se destinarán a financiar crecimiento del banco y “en otro tipo de medidas” como un plan que baraja para lograr ahorros de costes. El consejero delegado admitió que tendrán foco en España, aunque también analizan sus negocios en otros mercados, y la intención es ponerlo en marcha en la segunda parte del año.

Genç explicó que el negocio bancario ha cambiado y muchas transacciones que antes se hacían en sucursales ahora van por canales digitales. “Tendremos que adaptarnos a ellos”, señaló, sin ofrecer detalle de si dicho plan incluirá ajustes de plantillas por estar en fase de estudio o el coste que comprometerá.

Sin embargo, sí dejó abierta la puerta al ajuste de personal descartado por BBVA hasta ahora con el mensaje de que su plantilla seguiría reduciéndose de manera vegetativa, al afirmar que se encuentran “evaluando todas las alternativas” y responde “a las necesidades cambiantes del negocio”.

(SERVIMEDIA)
29 Ene 2021
ECR/clc