Sector financiero

Pelayo nombrará presidente a Francisco Lara para relevar a José Boada, que deja el cargo por jubilación

- La mutua ganó 8,2 millones el pasado año, lo que supone un 103% más, gracias al descenso de la siniestralidad en automóviles y la selección de riesgos

MADRID
SERVIMEDIA

La Asamblea General de Mutualistas de Pelayo propondrá el próximo día 11 de marzo el nombramiento de su director general, Francisco Lara, como nuevo presidente para tomar el relevo a José Boada, que cederá el testigo al cumplir los años que fijan sus estatutos como edad de retiro por jubilación.

Su relevo coincidirá además con la sustitución del vicepresidente, Severino Martínez, por Anna Birules, actual consejera y presidenta de la Comisión de Inversiones de la Mutua y quien fuera ministra de Ciencia y Tecnología entre los años 2000 y 2002.

Ambos cambios son por cumplimiento de los Estatutos de Pelayo, que fijan los 65 años como edad de retiro para los consejeros ejecutivos y en 70 años en el caso de los no ejecutivos. Coincidiendo con ambas designaciones, Pelayo ha previsto proponer también a Francisco Gómez Alvado, actual director de Clientes y Oferta, como nuevo director general en la vacante que dejará el futuro presidente.

Son cambios anunciados este lunes por Pelayo coincidiendo con la difusión de los resultados correspondientes al 2020, cuando logró un beneficio neto de 8,2 millones de euros, lo que supone un incremento del 103% respecto al ejercicio previo, gracias a la reducción de la siniestralidad en automóviles, el control de costes y la estrategia de selección de riesgos.

La facturación de Pelayo, matriz del Grupo, ascendió a 344,9 millones de euros, con un descenso interanual del 4,8%, mientras que su cartera total de pólizas superó los 1,2 millones, con un volumen de clientes próximo a un millón y una cuota en el mercado de automóviles de un 2,5%.

A pesar de la situación creada por la Covid-19, la mutua detalló que mantuvo un “excelente” nivel de solvencia, situándose 2,8 veces por encima de la cuantía de solvencia exigida, y con un disponible situado en 365,8 millones de euros.

Por negocios, la facturación en automóviles, el ramo más importante en Pelayo, descendió un 6% y se situó en 280,8 millones por la política de saneamiento de la cartera aplicada y la estrategia de “contención de precios” que ha mantenido con sus mutualistas, acorde a la situación económica del entorno. La cartera de este ramo ha alcanzado las 814.842 pólizas.

Por su parte, el ratio de siniestralidad se ha situado en un 59,3%, inferior al 67,8% contabilizado el ejercicio previo, gracias precisamente a los esfuerzos de la compañía en el control de costes, la apuesta por una cartera de calidad y la caída de la siniestralidad de automóviles con el menor uso del vehículo durante la pandemia. Con ello, el ratio combinado se situó en el 94,9%, mejorando el 102,1% de 2019.

Agropelayo, sociedad constituida con los negocios agrarios de Pelayo y Agromutua, se mantuvo a su vez como uno de los líderes del sector agrario, con una cuota de mercado del 17%. La compañía logró una facturación de 136 millones y un beneficio neto de 0,4 millones, en línea con el ejercicio anterior.

La compañía de Vida, de la que Pelayo es socio al 50% con Santalucía, facturó a su vez 12 millones y gestionaba fondos por valor de 96,4 millones de euros. Su resultado se ha visto, en cambio, muy afectado por la influencia de la bajada de los tipos de interés en el resultado del negocio de ahorro.

Con todo, el beneficio neto del Grupo alcanzó los 11,5 millones de euros, con un incremento interanual del 115,9%. De cara al 2021 sus prioridades son “mantener la rentabilidad, fidelizar a los clientes de mayor valor, implantar un modelo de 'omnicanalidad' y seguir aumentando la diversificación del negocio”.

(SERVIMEDIA)
08 Feb 2021
ECR/clc