Como novedad, el trabajo destacó que la edad media de las víctimas mortales ha descendido a 41 años, frente a los 44 de 2009.

Asimismo subrayó que siete de cada diez fallecidas no había denunciado malos tratos y que un 60% mantenía vínculos afectivos con su asesino.

En términos porcentuales, el total de mujeres muertas a manos de su pareja o ex pareja supuso un aumento del 32,7% respecto al año anterior, en el que los femicidios habían disminuido un 27%.

Además, cinco niños fueron asesinados como venganza en contextos de violencia de género.

El 62% de las víctimas era de origen español y un 74% fue atacada en su propio domicilio, agregó el informe.

Según la presidenta del observatorio, Inmaculada Montalbán, hay que reforzar “la implicación familiar y social para ayudar a las víctimas” y trabajar en la educación de las jóvenes generaciones.