Delincuencia

Cae en Madrid una banda que estafaba a mayores y les espiaba para saber si descubrían el engaño

MADRID
SERVIMEDIA

La Guardia Civil ha desarticulado en la Comunidad de Madrid una banda que estafaba a personas mayores con el procedimiento del 'boleto premiado de lotería', tras lo cual los delincuentes vigilaban a sus víctimas con geolocalizadores y micrófonos para actuar en caso de que descubrieran el engaño.

Según informó este martes el Instituto Armado, en la llamada 'operación Guayaca' han sido detenidas tres hermanas de 38, 35 y 28 años, que vivían en el municipio toledano de Talavera de la Reina y se desplazaban en diferentes vehículos para cometer sus delitos.

Las arrestadas habían falsificado un documento que simulaba que trabajaban para una empresa, con lo que conseguían evitar las restricciones de movimiento derivadas de la pandemia del Covid-19.

Hasta la fecha se han localizado 10 víctimas del grupo en los municipios de Arganda del Rey, Rivas Vacimadrid, Colmenar Viejo, Collado Villalba, Villanueva de la Cañada, Algete, Humanes y Ciempozuelos. Las detenidas han logrado hacerse con un botín total que supera los 31.000 euros en dinero en efectivo y 6.500 euros en joyas, relojes, carteras, bolsos y teléfonos.

PONÍAN ACENTO GALLEGO

La investigación se inició el pasado mes de septiembre, cuando se recibieron varias denuncias en diferentes acuartelamientos de la Guardia Civil en las que personas de avanzada edad manifestaban haber sido víctimas de una estafa relacionada con décimos de lotería premiada.

Las pesquisas permitieron descubrir una banda formada por tres mujeres que eran hermanas y seguían un mismo patrón de actuación: una de ellas abordaba a personas de avanzada edad que estuvieran solas en la vía pública, utilizando acento gallego, les decía que tenía un boleto de lotería y que no sabía dónde ir a cobrarlo.

Acto seguido aparecía en la escena otra de las autoras, quien simulaba ser abogada y quien hacía creer a la víctima que la lotería estaba premiada y para darle más credibilidad realizaba llamada telefónica en manos libres a la tercera autora, que se hacía pasar por lotera, y quien confirmaba el premio del décimo.

Cuando se habían ganado la confianza de la víctima la convencían para que se quedara con los décimos premiados, y a cambio le pedían dinero en efectivo y joyas. En el momento en que tenían en su poder el dinero, le colocaban un amuleto a modo de collar, que en realidad era un dispositivo con geolocalización y micrófono, para controlar lo que decían y poder actuar en el caso de que la víctima se hubiera dado cuenta de la estafa.

(SERVIMEDIA)
23 Feb 2021
NBC/gja