En declaraciones a los periodistas antes de intervenir en los Cursos de Verano de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) en San Lorenzo de El Escorial, señaló que “Grecia no puede pagar” y que para bajar la deuda del país “tendrían que hacer un esfuerzo presupuestario gigantesco que deprimiría la actividad económica”.

García-Margallo dijo esperar que de la cumbre salga “una solución” y que se establezca un “alargamiento de los plazos y una rebaja de los tipos de interés de la deuda griega para calmar un poco los mercados”.

El eurodiputado explicó que el fondo establecido en Luxemburgo “debiera empezar a comprar obligaciones griegas en el mercado secundario” para desencadenar una “reducción del precio y sustituir los bonos”, y así “permitir a la economía griega crecer”.

Aseguró que a la Unión Europea “le ha faltado visión” y opinó que la Unión Económica y Monetaria “como se diseñó hace 10 años ha fracasado” en dos de sus principios, el de “no hay rescate” y el de “no hay solvencia total y parcial”.

De esta forma, apostó por una “gobernanza económica seria”, por “impedir que los miembros del club gasten lo que les dé la gana” y por “evitar los famosos desequilibrios económicos (cuenta corriente, precios de activos especialmente inmobiliarios y falta de competitividad)".

Sobre las agencias de calificación, dijo que es “un tema menor” y, aunque reivindicó la creación de una agencia europea, subrayó la importancia de “crear una situación de fondo de todo el mundo, de mercados, agencias y países que crean que es una situación sólida”, lo que se conseguiría con “un diseño final que sustituya una casa que ha hecho aguas por todas partes en cuanto hemos tenido la crisis”.

Asimismo, explicó que las medidas tomadas por la UE son “soluciones viejas para tiempos nuevos” y que lo que hay que hacer es “coger papel, lápiz y cartabón y construir un edificio de nueva planta, una unión monetaria con una unión económica”, y no tener una unión monetaria sin una unión económica, ya que sería como “criar tigres vegetarianos”.

Por último, el eurodiputado destacó como “regla de oro” que el gasto público no suba más de lo que crece el Producto Interior Bruto (PIB), y citó como “solución ideal” el Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera, cuya entrada en vigor está prevista para 2013.