Las mismas fuentes precisaron que “una interpretación contraria llevaría al resultado absurdo de impedir el efectivo ejercicio por la presidenta de su potestad de disolución y convocatoria de elecciones. Así, una vez anunciada, siempre cabría presentar una moción que la frustrara, lo cual chocaría contra la distribución de poderes que hace el Estatuto”.

Este es el argumentario al respecto de la decisión de Ayuso de acordar esta mañana en el Consejo de Gobierno, y previa la preceptiva deliberación de éste, la disolución de la Asamblea de Madrid y la convocatoria de elecciones el 4 de mayo, y la presentación de sendas mociones de censura por Más Madrid y el PSOE.

Asimismo, se explica que la sesión del Consejo de Gobierno finalizó a las 11.45 horas, la firma del decreto se produjo a las 12.25 y la remisión al BOCM a las 12.50.

Con posterioridad, se añade, se han registrado en la Asamblea dos mociones de censura que han sido admitidas a trámite por la mayoría de la Mesa por la tarde, tal y como ha comunicado el presidente de la Asamblea, Juan Trinidad, a las 16.14 horas.

Según las mismas fuentes, tales mociones "no tienen ningún efecto sobre las competencias ejercidas por la presidenta ni en el momento de registrarse ni en el de admitirse a trámite".

“La propia interpretación literal de la norma permite concluir que lo que impide la tramitación de la moción es el hecho de acordar la disolución. Sin embargo, cuando se presentaron las mociones, la disolución y convocatoria de elecciones ya se había deliberado en el Consejo y se había acordado por Ayuso a través de la aprobación y firma del decreto correspondiente".