Tras los saludos oficiales en el aeropuerto de Barajas, el Monarca recordó en sus palabras de bienvenida que esta es la tercera visita de Benedicto XVI a España en sus años de Pontificado, "lo que interpretamos como una especial distinción a nuestro país, que apreciamos y agradecemos profundamente".

El Rey tuvo además un emocionado recuerdo para el anterior Papa, Juan Pablo II, "inspirador de la iniciativa de la JMJ".

En su opinión, "se percibe una profunda crisis de valores", pues "los jóvenes necesitan no solo oportunidades, sino ejemplaridad de sus mayores".

En este sentido, reivindicó la importancia del mensaje cristiano para orientar a la juventud y recordó al Papa que "cientos de miles de chicos y chicas venidos de todo el mundo esperan ya vuestras palabras".

"Es preciso apoyarlos en su legítimo deseo" de alcanzar sus sueños, prosiguió, tras lo cual declaró que "es hora de acabar con el intolerable paro juvenil". "Confiamos en vuestro aliento para sensibilizar a nuestra sociedad en la necesidad de respaldarlos en sus deseos y ambiciones", subrayó.

Además, el Rey hizo suyas las declaraciones de Benedicto XVI en Barcelona, donde reivindicó la influencia de la religión en la actual composición de España y Europa, y resaltó la apertura y modernidad de Madrid, donde deseó al Papa una feliz estancia.