Según el real decreto aprobado hoy en Consejo de Ministros, la nueva norma establece todos los pasos que deben seguirse a la hora de determinar si cierta sustancia ha de considerarse estupefaciente en España.

Se requiere así evaluar su semejanza con otras sustancias estupefacientes conocidas, su utilidad terapéutica o el riesgo de abuso, entre otros.

Según estos criterios, el Tapentadol se ha incluido en el mismo real decreto como estupefaciente a nivel nacional, antes de iniciarse su comercialización en España para el tratamiento del dolor agudo y crónico.

Su semejanza con opiáceos clásicos como la morfina, su eficacia terapéutica y el riesgo de que se abuse de él aconsejan esta clasificación, indicó Sanidad.

De este modo, las medidas de fiscalización para la adecuada gestión del riesgo del uso indebido, abuso o desvío al tráfico ilícito del Tapentadol se ampliarán a la declaración de fabricantes o importadores.

Las sustancias consideradas estupefacientes están incluidas en las listas I y II anexas al Convenio Único de 19612 de Naciones Unidas, o adquirieron tal condición en el ámbito internacional.

De hecho, para que una sustancia que no esté incluida en dichas listas sea considerada estupefaciente a nivel nacional es necesario reconocer su carácter mediante el desarrollo reglamentario de la Ley 17/1967, del 8 de abril, que actualizó y adaptó la legislación española de estupefacientes al Convenio de Naciones Unidas, situación que esta norma viene a solucionar.