Religión

La Santa Sede remarca que es "ilícito" bendecir uniones del mismo sexo ni equipararlas al sacramento del matrimonio

MADRID
SERVIMEDIA

La Santa Sede publicó este lunes el 'Responsum de la Congregación para la Doctrina de la Fe a un dubiu sobre las bendiciones de las uniones de personas del mismo sexo' en el que remarca que la Iglesia no dispone de poder para impartir la bendición a uniones de personas del mismo sexo.

La nota, firmada por el prefecto de la congregación, el cardenal español Luís F. Card. Ladaria, aclara así la posición de la Iglesia ante "proyectos y propuestas de bendiciones" que se están difundiendo "en algunos ambientes eclesiales". El Papa fue informado de este texto y dio su asentimiento el pasado 22 de febrero, según informa la Santa Sede.

"Para ser coherentes con la naturaleza de los sacramentales, cuando se invoca una bendición sobre algunas relaciones humanas se necesita – más allá de la recta intención de aquellos que participan – que aquello que se bendice esté objetiva y positivamente ordenado a recibir y expresar la gracia, en función de los designios de Dios inscritos en la Creación y revelados plenamente por Cristo Señor. Por tanto, son compatibles con la esencia de la bendición impartida por la Iglesia solo aquellas realidades que están de por sí ordenadas a servir a estos designios", expone la Santa Sede.

"Por este motivo, no es lícito impartir una bendición a relaciones, o a parejas incluso estables, que implican una praxis sexual fuera del matrimonio (es decir, fuera de la unión indisoluble de un hombre y una mujer abierta, por sí misma, a la transmisión de la vida), como es el caso de las uniones entre personas del mismo sexo", agrega el texto, basado en otros posicionamientos publicados anteriormente, incluso por el papa Francisco.

"La bendición de las uniones homosexuales no puede ser considerada lícita, en cuanto sería en cierto modo una imitación o una analogía con la bendición nupcial, invocada sobre el hombre y la mujer que se unen en el sacramento del matrimonio, ya que 'no existe ningún fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia'", expone el documento, que remarca que "la declaración de ilicitud de las bendiciones de uniones entre personas del mismo sexo no es por tanto, y no quiere ser, una discriminación injusta, sino reclamar la verdad del rito litúrgico y de cuanto corresponde profundamente a la esencia de los sacramentales, tal y como la Iglesia los entiende".

ACOGER

El responsum matiza también que la comunidad cristiana y los pastores "están llamados a acoger con respeto y delicadeza a las personas con inclinaciones homosexuales, y sabrán encontrar las modalidades más adecuadas", aunque la respuesta "no excluye que se impartan bendiciones a las personas individuales con inclinaciones homosexuales, que manifiesten la voluntad de vivir en fidelidad a los designios revelados por Dios así como los propuestos por la enseñanza eclesial, pero declara ilícita toda forma de bendición que tienda a reconocer sus uniones".

Mientras tanto, la Iglesia recuerda que "Dios mismo no deja de bendecir a cada uno de sus hijos peregrinos en este mundo", concluye Ladaria, que asevera que "la Iglesia no dispone, ni puede disponer, del poder para bendecir uniones de personas del mismo sexo en el sentido anteriormente indicado".

(SERVIMEDIA)
15 Mar 2021
AHP/gja