Marlaska se refirió a esta cuestión en el Pleno del Congreso, donde Gil Lázaro le pidió explicaciones sobre el acercamiento de presos etarras, que Vox atribuye a un “pacto del Gobierno con EH Bildu” a cambio de los votos de los diputados de este partido.

El ministro respondió que la dispersión de presos etarras “fue una política antiterrorista de una gran importancia y relevancia” en el pasado, aunque a situación es distinta una vez que la organización criminal se ha disuelto. También reprochó al diputado de Vox que hable de “coherencia”, ya que defendió “cesiones” a la banda etarra cuando era diputado de PP y el Ejecutivo de Aznar negoció con la organización terrorista.

Marlaska dijo que Gil Lázaro, al que definió como “patriota centralizador”, llegó a decir en el Congreso que ETA tenía que "aceptar las vías democráticas como elemento único para defender cualquier tipo de reivindicación política". Añadió que este parlamentario tampoco tuvo “ningún empacho” en apoyar que Aznar negociara con la banda etarra.

“SUCIO PACTO”

Por su parte, Gil Lázaro aludió a que en 2012 Marlaska, siendo todavía juez en ejercicio, hizo unas declaraciones en las que afirmó que “el cese definitivo del terrorismo no es una causa establecida en la ley para hacer una aplicación distinta de la ley”, en referencia a que no obligaba a los acercamientos de etarras.

Añadió que el ahora ministro denegó en 2015, cuando todavía estaba en la Audiencia Nacional, el acercamiento de un etarra enfermo al estar por encima estaba el “respeto a la dignidad de las víctimas”.

Por este motivo, el diputado de Vox afirmó que los traslados de presos etarras que está haciendo el Gobierno de Pedro Sánchez sólo pueden responder al “sucio pacto” que existe con EH Bildu, que afirmó consiste en poner fin a la dispersión de reclusos de la banda criminal “a cambio” de los votos en el Congreso del partido de Arnaldo Otegi.