Fuentes consultadas por Servimedia remarcaron que el proyecto que se tenía entonces, cuando se caminaba por las sucesivas prórrogas del primer estado de alarma, ya “no es necesario”, pese a que se llegaron a mantener contactos entre los partidos políticos para buscar alternativas.

En mayo del año pasado, en el Senado, la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, confirmó que se trabajaba en una reforma de la ley para prescindir del estado de alarma ante eventuales rebrotes que se vaticinaban en otoño.

Lo hizo en una comparecencia ante la Comisión Constitucional de la Cámara Alta, en la que avanzó que dichos proyectos -no se concretaba el mecanismo- llegarían al Parlamento "muy rápido" porque la idea sería tenerlos preparados para el otoño próximo, cuando podría llegar algún rebrote. Y, de hecho, dijo, “espero contar con el Partido Popular para la reforma sanitaria, lo he hablado con el señor Casado”, tras desvelar una conversación dos días antes con el líder del PP.

“Pretendemos salir del estado de alarma en cuanto termine la desescalada", es decir, finales de junio o primeros de julio. Calvo sostuvo que “tenemos que pertrecharnos para pasar el verano y naturalmente el otoño, por si existe un repunte o una vuelta de la intensidad del Covid-19 en unas condiciones que ya no tenga que ser utilizable el artículo 116 de la Constitución" que regula el estado de alarma.

EN MANOS DEL CONSEJO DE SALUD

Pero aquellas alternativas a los estados de alarma quedaron en el olvido con la desescalada del verano y, ante los repuntes del otoño, el Gobierno justificó la necesidad de volver a decretar un estado de alarma, que le reclamaban algunas comunidades autónomas, para controlar la movilidad.

Así se llegó de nuevo a un estado de alarma por más de seis meses, el vigente, que termina el próximo 9 de mayo y que el Ejecutivo no tiene intención de prolongar.

La intención del Gobierno, confirmada este martes por el propio presidente Pedro Sánchez, es que sea el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud -Gobierno y comunidades autónomas- el que siga promoviendo instrucciones y normas para controlar la pandemia.

Se sostiene en el Ejecutivo que hay “instrumentos suficientes” para hacer frente a la situación epidemiológica -de continuar con la tendencia actual- al tiempo que se recuerda que no se está descartando medida alguna porque el estado de alarma se ha mostrado como la “herramienta constitucional más eficaz” para frenar los contagios.

Así las cosas, el Ejecutivo admite que no podrá limitar la movilidad ni habrá toque de queda, es decir restringir derechos fundamentales, una vez decaída el estado de alarma que concluye el 9 de mayo.