En una entrevista a Servimedia, Ibarra reivindicó la campaña ‘Stop Violencia' que su organización ha lanzado precisamente esta semana para promover un “rechazo absoluto de la violencia” en la sociedad española. “No hay que dar aire a ningún tipo de violencia”, sentenció.

Sobre los altercados del miércoles en Vallecas durante un mitin de Vox, aseveró que lo ocurrido “es un conflicto de tipo ideológico orquestado” desde el entorno de Podemos y proclamó que “nadie tiene derecho a suprimir la libertad de opinión y de expresión de nadie”. “No hace falta ser Einstein para darse cuenta de que había una acción organizada” con el propósito de “reventar un mitin”.

Rechazó que la culpa sea de Vox por acudir a Vallecas a iniciar su precampaña electoral, dado que “el barrio no es de nadie, es de todos y nadie provoca a nadie”. “Es como si Podemos hace un mitin en la calle Serrano, que tiene su derecho a hacer un mitin y una concentración en cualquier barrio”.

Ibarra sentenció que “no se puede justificar en modo alguno esa violencia y esa lluvia de pedradas” contra los asistentes al acto de Vox y recordó que el derecho de expresión y de participación en la vida pública es “un derecho humano fundamental”.

“Yo no comparto muchas ideologías que ahí se proyectan, pero no puedo negar su derecho a expresar lo que piensan siempre que lo hagan dentro de los límites de la democracia”, adujo. “Puedo no pensar como Vox pero tengo que aceptar su existencia y el que le quiera votar, que le vote”.

Señaló que a algunas personas de Vallecas les puede “disgustar” que Vox acuda a una de sus plazas emblemáticas pero subrayó que “en democracia hay que respetar y aceptar” a los demás porque “sin esa praxis no hay democracia y hay conflicto por todos los lados”. “Todo el mundo debe escucharse porque allí donde no hay comunicación anida la intolerancia y eso al final acaba en enfrentamientos absurdos”, añadió a Servimedia.

MADRID NO TIENE PROBLEMAS DE CONVIVENCIA

El presidente del Movimiento contra la Intolerancia, que lleva décadas luchando contra la violencia en sus diferentes formas, manifestó que la cuestión de fondo no es el barrio donde se produjeron los incidentes. “Ni en Vallecas hay un problema de convivencia ni en Lavapiés ni en ningún barrio de Madrid. Si alguien quiere sobredimensionar los conflictos como en cualquier ciudad europea, que tenga claro que esto no es París".

“Aquí no hay conflictos. Eso no quiere decir que haya conductas individuales, que no conflictos sociales, de uno que se emborracha y otro que pega a la mujer. Pero no es una ciudad de conflictos sociales. Madrid es una ciudad que tiene bastante armonía para el nivel de diversidad que tiene y es un ejemplo frente a Londres y Paris”, comentó.

Por todo ello, lamentó que la política española está adquiriendo “unos niveles de hostilidad mutua” que “no es cosa de la gente”, sino que “es una cosa impuesta” desde algunos partidos políticos. “Esta es una lucha de la élite política. Hay miles de personas en Vallecas y esto lo ven desde la distancia”, remachó.